Page 78

REVISTA GENERAL DE MARINA MAYO 2015

Esa primera barrera de defensa, por tanto, alberga demasiadas ambigüedades e incertidumbres como para que la maltrecha USS Stark tuviera oportunidad de recurrir a un plan B, si me permiten la expresión. Conclusiones No tengo duda de que el interrogatorio que llevó a cabo durante el ataque, al margen de las distancias de detección, fue algo en lo que su barco fue bien adiestrado y en perfecta consonancia con sus órdenes. El problema es que su primera barrera de defensa falló, algo que dadas las circunstancias no debe sorprendernos; nos hubiera fallado a cualquiera por nuestra profesional tendencia a no escalar las situaciones. Y nos fallará en el futuro con alta probabilidad. La línea divisoria entre una acción ofensiva y la autodefensa es demasiado fina como para que un simple interrogatorio, tan repleto de incógnitas y a tan solo 12 millas, pueda inclinar la balanza a favor de un lado u otro. En un ejercicio por mantener el statu quo, el comandante de la USS Stark asumió un riesgo enorme; lo apostó todo a una respuesta que un caza en actitud ofensiva no va a proporcionar. Y dudo de que si el interrogatorio hubiera empezado en la milla 30, hubiera cambiado mucho la situación, a menos que hubiera ido acompañado de otras medidas para clasificar correctamente a la aeronave (observación de su perfil de vuelo, velocidad, colación con una agencia de tráfico aéreo civil, plan de vuelo publicado en el IFPS, etcétera). En el pasado, un conocimiento de los espacios aéreos y de su empleo por parte de todas las aeronaves, la confianza en otros medios que aportan información que no podemos ver (AEW) y una estrecha coordinación con las agencias implicadas en la coordinación aérea (civiles y militares) han aportado resultados positivos. Tan positivos que esa primera barrera ha llegado a pasar en alguna circunstancia de ser la primera para el barco o instalación militar a ser la última para la aeronave hostil. Recordará el lector el desgraciado caso del Malaysia Airlines MH-17 derribado desde territorio ucraniano al no ser interrogado o no haberlo hecho correctamente (seguro que aún tardaremos en conocer los verdaderos pormenores de este lamentable hecho), a pesar de seguir un perfil de libro para un avión comercial. Lo que a lo mejor no sabe el lector es que a poca distancia del MH-17 se encontraba otra aeronave de Virgin Airlines que sí pudo ser correctamente clasificada, evitando su derribo. En apenas unos minutos, la vida de los pasajeros de uno de los aviones se jugó con una simple e infructuosa llamada. Simplemente inaceptable. TEMAS PROFESIONALES 2015 661


REVISTA GENERAL DE MARINA MAYO 2015
To see the actual publication please follow the link above