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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 320

P E R S P E C T I V A Las áreas en las que la CE consideraba que debía haber iniciativa y en las que por tanto ha venido desarrollando su trabajo quedaron definidas en la Comunicación 542 de 2013: Refuerzo del mercado interior de la defensa; promoción de la competitividad en la industria de defensa; aprovechamiento del potencial de doble uso de la investigación y el impulso a la innovación; desarrollo de las capacidades civiles y militares; espacio y defensa; aplicación de las políticas energéticas y de los instrumentos de apoyo de la UE al sector de la defensa e intensificación de la dimensión internacional. El Consejo Europeo de 19 y 20 de diciembre de 2013 vino a ratificar todas esas iniciativas. En él, los jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a evaluar los avances concretos en las tres líneas de actuación (visibilidad de la PCSD, desarrollo de capacidades y mercado e industria de defensa) para el impulso de la PCSD, en el Consejo Europeo de junio de 2015. La realidad es que el punto de la agenda dedicado a la PCSD estuvo a punto de desaparecer del Consejo Europeo de junio, por diferentes razones. La crisis de Grecia y las elecciones en el Reino Unido en mayo de 2015, con las implicaciones que en ellas podría tener cualquier muestra de compromiso con las políticas europeas, incluida la de defensa, por parte del gobierno británico, estuvieron entre los elementos que provocaron esa incertidumbre. No obstante el 16 de marzo de 2015, en una carta de la Alta Representante Federica Mogherini al presidente del Consejo, Donald Tusk, tras las conversaciones mantenidas en la reunión informal de ministros de Defensa del 18 de febrero en Riga bajo la presidencia de turno de la República Báltica de Letonia, confirmaba que definitivamente el debate sobre la PCSD tendría lugar en el contexto del Consejo de Junio de 2015. En dicha carta anunciaba el informe que emitiría ella misma en abril de 2015, en preparación del Consejo de junio, que junto con el input previsto por parte de la Comisión, conformarían las bases para las Conclusiones que deberían ser adoptadas en el Consejo de Asuntos Exteriores (CAE) con la presencia de los ministros de Defensa, en su reunión del 18 de mayo. Las Conclusiones del CAE de 18 de mayo servirían a su vez como referencia para el Consejo de Junio de 2015. En una carta conjunta de la A lta Representante y la comisaria de Mercado Interior e Industria, la polaca Elzbieta Bienkowska, de 5 de mayo de 2015, se remitían finalmente sus respectivos informes al presidente del Consejo Europeo. En dicha carta se reconocía el hecho de que los Estados miembros continuaban siendo los protagonistas a la hora de establecer prioridades en el marco de la PCSD, y se subrayaba el importante papel que la UE podría jugar en este contexto y no solo por el hecho de sus responsabilidades recogidas en el Tratado de la UE. «La seguridad europea —decía— depende cada vez más de la cooperación y del enfoque colaborativo en lo que respecta a la planificación de las capacidades, a la investigación, innovación y desarrollo de las tecnologías requeridas para cubrir dichas capacidades y a la armonización de la demanda y de las estrategias de adquisición de los sistemas». Con todo este bagaje, es cierto que se esperaba mucho más del Consejo de junio de 2015 que los tres apartados, resumidos en una sola página, de las Conclusiones que emanaron de la reunión respecto a la PCSD. Efectivamente, las Conclusiones del Consejo, reconociendo que el marco de la seguridad ha cambiado drásticamente, se limitaba a indicar muy brevemente unas acciones concretas en las tres siguiente áreas: a) Renovación de la Estrategia Interna de Seguridad europea e implementación de las orientaciones relativas a la lucha contra el terrorismo acordadas en febrero de 2015; b) Continuación del proceso de revisión de la Estrategia global europea en política exterior y de seguridad con el objetivo de junio de 2016 para su presentación, y c) Continuación de los trabajos relacionados con las Conclusiones del Consejo Europeo de diciembre de 2013 y del Consejo de Asuntos Exteriores de 18 de mayo de 2015 haciendo especial referencia a la necesidad de alcanzar por los Estados miembros unos niveles de gasto en defensa apropiados así como asegurar unos presupuestos europeos adecuados para el lanzamiento de la Acción preparatoria en investigación relacionada con la PCSD; a la promoción de una cooperación en defensa más sistemática que permita el desarrollo de capacidades, incluso a través de fondos de la UE; a la movilización de instrumentos de la UE para luchar contra las amenazas híbridas y la intensificación del partenariado con las Naciones Unidas, la OTAN, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la Unión Africana (AU). Por último indicaba que la Política de Seguridad y Defensa se examinará regularmente en los Consejos Europeos, esta vez sin fechas concretas. No obstante, en lo referente a los aspectos relacionados con el mercado y la industria de defensa, es necesario subrayar la referencia, en el apartado c), a las Conclusiones del Consejo Europeo de diciembre de 2013 y del Consejo de Asuntos Exteriores de 18 de mayo de 2015 y a la necesidad de seguir trabajando sobre ellas. Este Consejo de 18 de mayo, preparatorio del de junio, recibía con satisfacción, entre otros aspectos, los avances realizados por la Comisión junto con los Estados miembros, respecto a la Acción Preparatoria (Preparatory Action) en investigación e innovación, prevista para su lanzamiento por la Comisión en 2017 y volvía a recordar la importancia de la aplicación de las Directivas 81 y 43 de 2009, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 346 del TFUE, de cara al 38 Revista Española de Defensa Septiembre 2015


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