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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL Nº 896 NOV 2015

Geografía e Historia Al merito militar (reverso) REVISTA EJÉRCITO • N. 896 NOVIEMBRE • 2015  61  relativas a su comercio no solo con la península sino también con nuestras colonias americanas (frenando las pretensiones inglesas), y devolver el prestigio al que fue victorioso ejército napoleónico hasta que aquí recibió la primera e inesperada derrota en Bailén, pocos años antes, por parte de otras fuerzas a las que consideraban inferiores... Por todo ello, se firmó en Madrid un convenio por una duración inicial de cinco meses (susceptible de prórroga, como sucedió) para la permanencia en España de un ejército de cuarenta y cinco mil hombres, que al ser prorrogada posteriormente quedó limitado a veintidós mil. Aquí quedó (principalmente en Barcelona, Cádiz y Madrid) hasta muy avanzado 1828. En el libro de Grandmaison2, prácticamente coetáneo de los hechos que describe, pues data de 1828, se detallan las condiciones económicas del tratado en cuestión, las cuales son reproducidas en obras como la de M. Lafuente1, de 1890, y la generalidad de las posteriores. Para conocer mejor algunos aspectos de la peculiar situación de estas tropas francesas aceptadas como ocupantes por una nación que las había combatido victoriosamente solo una decena de años antes, puede quizá ser conveniente incluir algunos testimonios tanto de escritores franceses como españoles, así como noticias relativas al entonces coronel Lasnon, aquí nuevamente residente. Así, el prestigioso historiador francés A. Maurois3 ha escrito, en 1947, traducido: «Esta guerra de España era inicua; no tenía otro objeto que imponer el despotismo. Los liberales se indignaron». Recientemente, en 2013, opinión similar es la mantenida por otro francés, E. Larroche4, quien se expresa del siguiente modo: «La ocasión perdida fue la de no haber sostenido, aunque hubiera sido por la fuerza, el triunfo de los constitucionales moderados». Permanencia en España del Coronel LASNON (1823-1828) En vísperas de su entrada en España, Lasnon se hallaba, con su tropa, como «coronel comandante del Primer Regimiento de Artillería a caballo y del 2.º Cuerpo de Reserva del Ejército de los Pirineos», cercano a la frontera con España, con el pretexto de vigilar el peligro de una epidemia de fiebre amarilla declarada en Cataluña, que pudiera propagarse a Francia. El Rey y la Patria (anverso) Condecoración concedida por Fernando VII al entonces Coronel Lasnon en 1824


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