Page 43

BOLETIN INFANTERIA MARINA 20

HISTORIA ASALTOS ANFIBIOS JAPONESES… ponentes anfibios, que no tuvieron oportunidad de emplearlos. Hasta casi finales de 1942, mientras controlaron el mar -por lo menos localmente-, Japón estuvo en condiciones necesidades militares. Después de esa fecha siguieron haciéndolo, pero en operaciones en el transcurso de la contienda, los estadounidenses copiaron, o se inspiraron en ellos, y mejoraron. simultaneando desembarcos múltiples en amplios frentes (a veces de cientos de Km, como en Tailandia y Malasia o en Luzón) que llevaban a cabo normalmente de noche sobre los puntos débiles del dispositivo defensivo enemigo (de hecho, los americanos fueron sorprendidos a principios de la guerra porque esperaban tener que enfrentarse a desembarcos diurnos). El factor tiempo era primordial y la búsqueda de la sorpresa casi obsesiva, para lo que se adiestraba regular e intensamente a soldados y marineros del desembarco, no siempre era un requisito previo, como se pudo ver en Malasia y Filipinas6, donde se obtuvo al mismo tiempo que se ejecutaban los desembarcos en fuerza (tampoco se cumplía siempre este requisito entre los aliados: vemos que ni en Guadalcanal, ni en Leyte se dominaba suficientemente la mar, y que en el transcurso de la operación anfibia tuvieron lugar simultáneamente enconadas batallas navales para conseguirla). buques las unidades clave, personal y equipo. La fase de asalto solía iniciarse con una aproximación nocturna a la costa elegida, con cobertura naval y aérea, si se podía. Mientras se acercaban los gruesos, se infiltraban en la zona equipos de reconocimiento sorpresa) y, de acuerdo con esos datos, el mando japonés trazaba los planes definitivos la preparación para no delatar la operación (la Armada se inclinaba generalmente por la preparación –sobre todo la neutralización de los aeródromos- para no poner en peligro en aceptar riesgos importantes –tales como aproximarse y desembarcar de noche y con mal tiempo o efectuarlo en un lugar de difícil varada o con rompientes-, aún a costa de algunas bajas, con tal de conseguir la sorpresa y poder explotar los puntos débiles del defensor. Desembarcaban a ritmo rápido y en varias zonas simultáneamente, (ARD), bien reforzadas, o brigadas mixtas de composición variable. Dentro del área regimental, el desembarco lo ejecutaban los batallones en varios puntos a la vez. Una vez en tierra, la infantería avanzaba rápidamente, con una decidida actitud ofensiva, 6 La verdad es que la neutralización de la escuadra acorazada americana del Pacífico en Pearl Harbour y el hundimiento de la británica frente a las costas de Malaca, facilitaba grandemente las cosas. de planear y ejecutar cualquier tipo de operación anfibia que le requirieran sus de menor entidad. Habían desarrollado una serie de instrumentos de los que carecían los norteamericanos de la época: buques de asalto anfibio y de otro tipo que, La doctrina anfibia japonesa era ofensiva a ultranza, buscando siempre desbordar al enemigo y superarlo en maniobrabilidad, aunque trataran siempre de desembarcar sin oposición. Las operaciones -planeadas cuidadosamente- eran complejas, en operaciones nocturnas. Aunque se buscaba la superioridad aérea y naval antes El plan táctico en tierra determinaba lógicamente la secuencia para el desembarco y la organización para el embarque y el transporte; se diseminaban en varios que informaban sobre los lugares previstos de desembarco y el despliegue enemigo (aunque no con demasiada anticipación para no alertar al enemigo y perder la de última hora, precisando sólo entonces el lugar exacto donde ejecutarlos. Solían aislar la zona con fuego naval y aéreo, cuando se podía, aunque a veces omitían los buques; el Ejército daba prioridad a la obtención de la sorpresa); no dudaban con unidades que por lo general eran de entidad agrupación regimental BOLETÍN DE INFANTERÍA DE MARINA 43


BOLETIN INFANTERIA MARINA 20
To see the actual publication please follow the link above