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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 126

JUAN ANTONIO GÓMEZ VIZCAÍNO ción de los Cuatro Santos de Cartagena (62), si bien parece que en la maniobra se observaron algunas incidencias que, aunque no produjeron quebranto alguno en la nave, obligaron al constructor Bryant a elevar a la superioridad un exhaustivo informe de la operación, donde se expresaba en estos términos: «… que el método dispuesto por el constructor para el precitado objeto, fue arreglado al propio que se ha seguido para los navíos y fragatas formando sus varadas, con picaderos, y sobre estos los tablones que servían de correderas, siendo esta práctica tan acreditada para los buques grandes, que se deduce cuánto mejor se facilitará para uno pequeño, como la expresada galeota, y en esta disposición se principió el giro de su carrera, que era bastantemente dilatada, y al llegar a los picaderos que ya cubría el agua, fue donde hizo la detención ocasionada de que como es natural que aquellas maderas se hubiesen inflamado con la humedad, desproporcionando aunque fuese cosa leve la rectitud de las que el agua no había variado, contuvo alguna anguila el curso de dicho vaso por la pequeña elevación en que pudo encontrar, y entretanto, que se habilitaba el aparejo para volver a inclinarla, bajaron los buzos a reconocer si había tocado el codaste, y se halló que ni en más de un pie, manteniéndose en la propia situación, que antes de descender, lográndose prontamente con el nuevo impulso, que saliese fuera sin la menor desgracia, pues segunda vez se hizo reconocer y no dejó duda de estar exenta de daño, ni yo la tuve nunca, atendiendo a la feble natural, visible causa, que originó se detuviese». Al mes siguiente, el día 10 por la tarde, se botó la segunda galeota, nombrada Ligera, puesta bajo la advocación de san Francisco de Borja, de idénticas dimensiones que la anterior. El informe de la maniobra de botadura, que se hizo desde una de las gradas construidas para los navíos por no haber otro paraje más a propósito y esta vez discurrió sin percance, se redactó en estos términos: «… y con la experiencia de lo acaecido en el igual suceso de la primera para precaver las resultas que entonces no produjo, se dispuso que aquella mañana, se le pusieran toneles vacíos en los raseles de popa para que suspendida de ellos no recibiese en ningún acontecimiento quebranto alguno, cuya precaución fue oportuna, respecto haberse también detenido en su carrera sobre la propia situación que la antecedente, pero en el tiempo de 18 minutos en que se guarnecieron dos tiras de los aparejos, y se atesaron, volvió a tomar su giro, y en menos de dos minutos quedó fuera de la grada sin padecer el menor daño, consistiendo esta repetida novedad, según el último examen que prolijamente he hecho para asegurarme en la causa, de que como estas gradas se han construido con el declivio correspondiente para botar cualquiera navío, no es suficiente para las embarcaciones menores de tan corto peso como el de una galeo- (62) AMC, CH-3. De tres cañones y 130 hombres de tripulación, sus dimensiones son: eslora 47 codos y 12 pulgadas; quilla 43 y 12; manga 7 y 9; plan 4 y 4; puntal 3 y 5; calado de agua a popa 2 y 17; ídem a proa 2 y 11; toneladas 69 46/100; con 17 remos por banda. 50 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 126


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