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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 319

cultura Real decreto para crear un museo naval en San Fernando (1792). Modelo del Santísima Trinidad. Espacio dedicado a Don Juan y a su relación con la Escuela Naval. Detalle de una litografía de la batalla de Santiago de Cuba (1898). El Dédalo I, con el autogiro De la Cierva en la cubierta. A unos pasos, el protagonista es el Arsenal de La Carraca, a través del cual el museo presenta la construcción naval con, entre otros fondos, un Reglamento de maderas para la fábrica de los baxeles del rey, del siglo XVIII y fondo de la biblioteca. La Carraca también aparece en una obra que, al fondo de la sala, plasma su defensa (1873) frente a tripulaciones del movimiento cantonal. «Todos los buques llevan pabellón español, porque el conflicto fue interno», matiza Ramos. SANTIAGO DE CUBA El cuadro se muestra con el busto del almirante Cervera, combatiente en dicha defensa y líder en la batalla de Santiago de Cuba, que recrea la litografía situada frente a su efigie. En ella, se observa la salida a la desesperada de la flota española y a la estadounidense presta al ataque. El Santísima Trinidad, apodado Escorial de los mares, tiene también un espacio destacado. «Podía embarcar 1.500 hombres y estaba armado con 140 cañones, dos Santísima Trinidad en la batalla de San Vicente y combatiente en Trafalgar. El sobrio azul marino de su fachada avanza ya una propuesta en la que van a primar tradición naval y modernidad. En el recibidor, espera el personal del museo, en el que figura su guía titular, Paqui Ramos, que los acompañará si van a efectuar un recorrido guiado. Cicerone en estas lides desde hace 15 años, conoce como pocos la colección y es una enamorada confesa del museo y de la Historia, porque «aquí —apunta— acercamos nuestra historia al público». ORÍGEN DE LA INSTITUCIÓN La visita empieza en la misma entrada. Aquí Ramos explica que, «por ahora, el museo está representado en la exposición que van a recorrer» y, al tiempo, sitúa al visitante en los orígenes de la institución que datan del 25 de septiembre de 1792. Así lo cuenta el real decreto correspondiente, cuyo facsímil se exhibe junto a sus autores Carlos IV y su ministro Antonio Valdés, reputado marino y científico. El texto vinculaba el museo, que debía contar con una biblioteca, con la formación de los guardiamarinas. La escuela estaba asimismo en San Fernando, «cuya historia está marcada por su vinculación con la Armada», apunta López. POBLACIÓN DE SAN CARLOS Su instalación en el municipio, al fondo de la bahía de Cádiz y donde ya se construían barcos, fue importante, pero pudo ser mayor, como muestra la gran maqueta que presenta el proyecto original de la Población Militar de San Carlos. De ese proyecto, del ingeniero militar V. Imperial Diguerí, «que hubiera sido la mayor ciudad castrense de Europa —explica Ramos—, sólo se construyó el núcleo central, pintado en blanco, y que hoy son el panteón, la escuela y el hospital». Entre otras curiosidades sobre la población, la guía recuerda que «San Carlos acogió a los 100.000 Hijos de San Luis, fuerza extranjera que apoyó a Fernando VII. 58 Revista Española de Defensa Julio-Agosto 2015


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