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EJERCITO DE TIERRA SEPTIEMBRE 2016

Seguridad y Defensa La importancia de los socios de la Alianza es relevante tanto en el plano político como en el militar REVISTA EJÉRCITO • N. 905 SEPTIEMBRE • 2016  11  orientadas a reforzar la presencia aliada en el este de Europa. Finalmente en este grupo de Adaptation Measures la OTAN reconoce que la adaptación no ha terminado. La Alianza considera que se deben hacer nuevos esfuerzos en especial para hacer frente a la amenaza del sur. En cuanto al tercer eje, la ciberdefensa que, siendo un nuevo dominio en las operaciones, fue incluida en la Cumbre de Gales como parte de la Defensa Colectiva. En Varsovia se reconoce el esfuerzo individual realizado por los países miembros para proteger redes e infraestructuras, insiste en la colaboración con la UE y pide más esfuerzos a todos para «adaptar» la Alianza a este nuevo escenario. El cuarto y último eje es el conflicto híbrido. En este tipo de conflicto, y como en cualquier otro tipo de ataque, la primera respuesta recae en el país atacado. La Alianza utilizando los mecanismos de respuesta rápida debe estar preparada para apoyar al país en cuestión, en cualquier momento y de manera colectiva. Ante este tipo de ataques híbridos el Consejo podría invocar el Artículo 5 del Tratado de Washington, que reconoce que un ataque a un país es un ataque a la Alianza. LA GESTIÓN DE CRISIS Como se ha comentado en la introducción, varios de los 139 párrafos que incluye la Declaración pueden ser encuadrados en una de las tres misiones principales de la Alianza: la gestión de crisis. La OTAN reafirma en Varsovia su apoyo a la resolución de los conflictos en el Cáucaso Sur, en Armenia, Azerbaiyán, Georgia y en Moldavia. Igualmente reafirma la voluntad de defender el territorio de la OTAN y sus fronteras ante la amenaza que emana del conflicto sirio, exhortando al cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas. Manifiesta el apoyo a Irak en sus esfuerzos de reconciliación nacional, destacando el éxito de sus fuerzas de seguridad e, igualmente, manifiesta su apoyo al gobierno libio y a las Naciones Unidas, en su esfuerzo por reconciliar el país. En la Declaración se incluyen diferentes riesgos procedentes del Sahel, orientados sin embargo al tráfico ilícito de armas, de drogas y de personas, así como el terrorismo yihadista. En este punto la Declaración pasa de puntillas limitándose a manifestar su apoyo a la ONU y UE. Hay mucho que hacer todavía en cuanto a los riesgos y amenazas procedentes del sur.


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