Page 118

REVISTA DE HISTORIA NAVAL 124

EL TENIENTE gENERAL DE LA ARMADA DON JOSE PRIMO DE RIVERA y SU ... que ha roto escandalosamente los vínculos de dependencia a la capital, ultrajando la autoridad superior a que por ley constitucional del Estado, debe reconocerse sujeto”. D. Primo guardó entonces el pliego, y repitiéndose recíprocamente los ofrecimientos de urbanidad y atención, se despidieron» (24). y así se estrenó el entonces capitán de fragata Primo de Rivera en las lides políticas, en un momento crucial para el futuro del Plata (25). Luego de estos hechos —de todos son conocidos los tristes sucesos del Monte de los Papagayos y la expedición punitiva bonaerense contra el Paraguay, que no había aceptado «fidelidad a los vínculos de dependencia a la Capital» (26)—, Salazar decidió, como era lógico, abrir las hostilidades contra la junta de Buenos Aires. El bloqueo del puerto y las costas bonaerenses debería ser total, de forma que sus aguas quedaran cerradas a toda la navegación insurgente y, por supuesto, a los mercantes de cualquier bandera cuyo destino fuera dicha terminal. Empero, el hecho de que un abultado porcentaje de los mercantes que entraban en el puerto de Buenos Aires o partían de él arbolaran la Union Jack ponía una nota de incoherencia a la situación, dado que Gran Bretaña era por entonces firme aliada de España contra la Francia napoleónica. Las instrucciones que recibió Primo de Rivera para cumplir lo que se le ordenaba y hacer efectivo el bloqueo eran tan ambiguas como la posición política de los británicos ante el conflicto Buenos Aires-Montevideo. Con los intereses británicos comprometidos, la situación se enredaba, y estos nexos mercantiles con la City fueron aprovechados oportunamente por los juntistas «porteños» (27): «Ante la inminencia de un bloqueo de nuestro puerto por la escuadrilla española, la junta, carente de fuerzas marítimas, recurrió a la protección de la división naval británica apostada frente a Buenos Aires. Invocando el nombre de Fernando VII, aliado entonces de Inglaterra contra Napoleón, y al que la junta porteña se manifestaba adicta, esta negaba a las autoridades subalternas y alzadas de Montevideo el derecho soberano de declarar un bloqueo, señalan- (24) Ibidem, n. 51, p. 213, correspondiente a AGI, 156. Carta de Salazar a la Secretaría de Estado, 18 de agosto de 1810. (25) El marino algecireño se había encontrado ante una de las figuras de la independencia rioplatense, el doctor Mariano Moreno, el mismo que poco después de esta entrevista firmaba la muerte de Liniers y que hallaría el fin de su vida durante un viaje a Londres, en marzo de 1811, a la temprana edad de treinta y dos años. «yo he visto en la plaza llorar muchos hombres por la infamia con que se los entregaba; y yo mismo he llorado más que otro alguno, cuando a las tres de la tarde del 17 de junio de 1806, vi entrar a 1.500 ingleses, que apoderados de mi patria, se alojaron en el Fuerte y demás cuarteles de esta ciudad». Estas palabras, suscritas por el mencionado doctor con ocasión de la primera invasión inglesa, son expresivas de que el concepto de patria grande era común al linaje español americano. (26) Esta aventura del juntismo bonaerense la encabezó el doctor Manuel Belgrano, quien con unos mil hombres atacó a las fuerzas paraguayas y resultó aplastantemente derrotado. Tras capitular en marzo de 1811, regresó a Buenos Aires. (27) Mote con que los provincianos rioplatenses denominan a los habitantes del Gran Buenos Aires. Año 2014 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 117


REVISTA DE HISTORIA NAVAL 124
To see the actual publication please follow the link above