En la pared están ubicadas varias vitrinas con diferentes instrumentos utilizados en la época, destacando el usado en el dirigible España. También resalta por su belleza el valioso diorama de la primera Unidad hipo-transportada de la aerostación militar, efectuando las operaciones de inflado e izado de un globo. El conjunto de medios técnicos y de transporte es conocido como “Tren Yon” y, en esta recreación artística, queda reflejado su despliegue y las operaciones realizadas por los valerosos soldados españoles. El Tren Yon se componía de un carro de transporte, otro para la generación de hidrógeno, un juego de mangueras y un torno de maniobra para izado y descenso, todo ello manejado con destreza por los miembros del Cuerpo de Ingenieros Español. Una vez leídos los paneles y observado lo expuesto, invitados por la silueta de un oficial del Cuerpo de Ingenieros, nos disponemos a desplazar otra cortina para adentrarnos en la zona dedicada a aquellos que hicieron posible la aviación, los Pioneros, tanto españoles como del resto del mundo. En esta sala se observan los aeroplanos más representativos expuestos en el suelo y en posición de vuelo. 111444 BBBooollleeetttííínnn MMM...AAA...AAA... Si nos fijamos a la derecha, pegado a las nubes, se encuentra el planeador de caña y tela de algodón igual al utilizado por el alemán Otto Lilienthal (1877) para sus prácticas de vuelo. Éstas consistían en lanzarse desde una montaña, con unas alas y una cola parecidas a las utilizadas por las aves. El ingeniero alemán sentaría los criterios técnicos de la futura aviación al utilizar el desplazamiento de un perfil aerodinámico a través del aire para elevarse y para dirigirse. Pero justo enfrente de la entrada se observa un aparato de madera y tela que está situado encima de unos railes negros. Se trata de la reproducción del primer aeroplano del mundo que consiguió realizar un vuelo autónomo y controlado, a finales de 1903, en los Estados Unidos de América. El Flyer, nombre dado por sus constructores los hermanos Wright, tenía un motor de explosión de escasa potencia y dos hélices de muy bajo rendimiento, por lo que necesitaba de un contrapeso y de unos railes para abandonar la superficie terrestre, tal y como se puede ver en la proyección cinematográfica que acompaña la exposición. Por encima y en viraje a la izquierda se encuentra la maqueta del primer avión fabricado en España que voló (1909), NOVEDADES
BOLETIN MUSEO AERONAUTICA 77
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