Page 56

REVISTA ESPAÑOLA DEFENSA 328

análisis internacional La decisión de la otra guerrilla El pasado 31 de marzo, los máximos responsables del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Bogotá anunciaron su firme intención de alcanzar un acuerdo definitivo de paz. Las negociaciones, cuyo inicio no se concretará hasta que la guerrilla libere a todos los secuestrados en su poder, se celebrarán principalmente en Ecuador aunque habrá sedes paralelas en Venezuela, Chile, Cuba y Brasil (las de las FARC se han celebrado en La Habana, y han actuado como acompañantes Chile y Venezuela, y Noruega y Cuba han sido países garantes). Los puntos de la agenda de negociación prácticamente son los mismos que con las FARC, aunque el Gobierno ha aceptado una mayor participación ciudadana, uno de los reclamos de los elenos. Santos ha querido dar trascendencia a las conversaciones y ha recalcado la historia propia que tiene el ELN, pero se ha mostrado tajante a la hora de dejar claro que el modelo de Justicia Transicional creado para las FARC sea prácticamente idéntico para juzgar a los miembros del ELN considerados autores de genocidio. Las autoridades colombianas estiman que la guerrilla cuenta con unos 1.300 miembros aunque algunos analistas creen que la cifra asciende hasta 2.000. Sin duda, muy inferior a los cerca de 9.000 de las FARC 56 Revista Española de Defensa pero mientras éstos habían reducido considerablemente sus acciones en los últimos cinco años, lo elenos se habían reactivado de forma preocupante. El ELN nació en 1964, casi a la par de las FARC, con una ideología que mezcla cristianismo, marxismo y nacionalismo radical. Con un contenido político mucho más marcado que las FARC (fue fundada por un religioso de tradición guevarista y miembro de la Teología de la Liberación, Camilo Torres), la extorsión y los secuestros han sido su fuente de financiación principal, aunque en los últimos años los vínculos con el narcotráfico han ido in crescendo. En este momento, sus frentes más beligerantes se concentran en el circuito conocido como ABC (Arauca, Boyacá y Casanare), Christian Escobar Mora/EFE además de las regiones fronterizas con Venezuela. De hecho, el papel que debía jugar o no Caracas ha sido uno de los mayores obstáculos para conseguir que se iniciase la negociación con el ELN. Allí se resguardan los miembros de la dirección. Otro de los aspectos que ha retrasado el arranque de las conversaciones han sido las grietas dentro del Comando Central del ELN, en donde había ganado peso Gustavo Aníbal Girondo, alias Pablito, en detrimento del líder de la guerrilla, alias Gabino. Pablito es el comandante del Frente Domingo Laín, con gran poder en Arauca y la frontera con Venezuela. y que en el año 2000 llegó a controlar casi el 40 por 100 del territorio colombiano: todas las regiones surorientales de la selva y buena parte de las llanuras de la base de la cordillera de los Andes. En 2007 tenían cerca de 12.000 combatientes y un fructífero negocio procedente del cobro por proporcionar seguridad a los cultivos de coca, del impuesto a laboratorios y el uso de pistas clandestinas (un informe de la ONU indica que, al inicio de las conversaciones en 2012, las FARC tenían más de 150.000 hectáreas de cultivo de coca). Pero fue precisamente esa clara vinculación con el narcotráfico la que dictó su sentencia. En 1999, el entonces presidente Andrés Pastrana suscribió con su homólogo estadounidense, Bill Clinton, el denominado Plan Colombia que aportó importantes cantidades de ayuda militar y presupuestaria para terminar con el narcotráfico y fortalecer el Estado (el pasado 5 de febrero, el presidente norteamericano, Barack Obama anunció su decisión de incrementar la ayuda anual incluida en el Plan Colombia con más de 400 millones de euros para el 2017). Su sucesor, Álvaro Uribe, aplicó una dura política de intervención militar contra la guerrilla (siendo su ministro de Defensa el actual presidente, Juan Manuel Santos) que redujo considerablemente las zonas bajo control de las FARC y, en buena medida, forzó el actual proceso negociador al hacer entender a los líderes de la guerrilla que jamás conseguirían una victoria con las armas. En este momento, las FARC disponen de entre 8.000 y 9.000 combatientes (parte de sus facciones se han desplazado a los vecinos Ecuador y Venezuela por el acoso militar en suelo colombiano). En 1968, el Estado promulgó una Ley que permitió la privatización de la lucha armada a manos de civiles para proteger sus bienes. Los hacendados rurales y los pequeños industriales instituyeron verdaderos Ejércitos que, en la década de los 80, acabaron muchos de ellos en manos de los narcotraficantes. En los años 90 se creó el grupo de Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que agrupaba a buena parte de las fuerzas paramilitares y llegó a tener, en total, más de 14.000 efec Mayo 2016


REVISTA ESPAÑOLA DEFENSA 328
To see the actual publication please follow the link above