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REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2016

TEMAS PROFESIONALES Asimismo, en los requisitos operativos deben definirse las condiciones ambientales en las que va a operar el buque. Por tanto, este ha de diseñarse y probarse de modo que cumpla con su misión y con el resto de requisitos en dichas condiciones. Por ejemplo, en el caso de justificar la estabilidad o el comportamiento en la mar mediante ensayos en un canal de experiencias, estos deberán hacerse simulando las condiciones ambientales prescritas. Como referencia, la ANEP-77 propone una serie de valores (ver tabla página anterior) de velocidades de viento y altura significativa de ola que pueden servir de guía a la hora de definir los requisitos operativos. Caso práctico Se presenta a continuación un estudio comparativo de la estabilidad después de avería de un buque tipo fragata, cuyas características principales se recogen en la tabla siguiente: Otros trabajos (4) (5) se han focalizado en el origen y/o en las diferencias entre los otros reglamentos mencionados al comienzo del trabajo, y presentaron estudios comparativos de los diferentes criterios, o sometieron al modelo a la categoría C del NSC. En este estudio se ha sometido al buque a las cuatro geometrías de avería posibles en las tres categorías de daño distintas (DCA, DCB, DCC). Se han considerado las ubicaciones de daños que, para cada categoría, permitían comparar con la mayor analogía posible el efecto de estas averías en (4) RIOLA, J. M., y PÉREZ-FERNÁNDEZ, R. (2009): «Warship damage stability criteria case study». Journal of Maritime Research, 6 (3), pp. 75-100. (5) Ibídem: «Naval Ship Code. Una nueva normativa internacional para buques de guerra». REVISTA GENERAL DE MARINA, junio, 2008. 486 Octubre


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