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REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2016

TEMAS PROFESIONALES Protección por medio de ánodos de sacrificio Como resultado de experimentos de laboratorio en agua salada, Sir Humphrey Davy descubrió en 1824 que se podía proteger eficazmente el cobre contra la corrosión uniéndolo a hierro o cinc, y recomendaba la protección catódica mediante la utilización de bloques de sacrificio de hierro, adosados al casco, en la relación de superficies hierro-cobre del orden de 1 a 100. En la práctica consiguió que la velocidad de corrosión del forro de cobre se redujera considerablemente. También mediante el empleo adecuado de pinturas antiorganismos en combinación con anticorrosivas, demostró que era factible la protección catódica de embarcaciones, obteniéndose ahorros considerables en los costes de mantenimiento. Los elementos anódicos activos más utilizados son el cinc, el magnesio y el aluminio. Su consumo se determina a base del rendimiento, el equivalente electroquímico y el agotamiento eléctrico. La forma ideal de disponerlos sería en nichos practicados en las planchas del forro, pero por lo costoso que resultaría se procura diseñarlos de forma que produzcan las mínimas perturbaciones con la velocidad del buque. Se debe tener sumo cuidado al realizar el montaje, de modo que este sea muy robusto y que suministre una conexión eléctrica eficiente con el casco. Este sistema tiene la desventaja del precio, ya que la corriente así generada sale muy cara, sobre todo si se pretende una protección total. Otro problema es la frecuente renovación de ánodos. En principio, desde el punto de vista de la corrosión, no habría ningún inconveniente en utilizar este procedimiento como único medio de protección; sin embargo, por consideraciones técnicas y económicas, para la protección de grandes superficies será interesante la combinación de este sistema de protección con el de corrientes impresas, actuando ambos en forma complementaria. Ánodos de cinc Por su facilidad de manejo, es el material anódico más popular y más empleado por la Armada española. Es muy adecuado para ser utilizado en forma de ánodos distribuidos por la superficie mojada de cascos pintados. No es adecuado su empleo para la protección de cascos desnudos en agua dulce, ni ofrece las debidas garantías cuando la pintura se encuentra en mal estado. Se regulan automáticamente y la potencia de la corriente está en gran parte controlada por la demanda del cátodo. El potencial de cinc medido con electrodo de referencia de plata/cloruro de plata, es de -1.050 mV, valor compatible con la presencia de la pintura. Su producción de corriente puede estimarse en 743 Amp-h/kg cuando se trabaja a un rendimiento del 90 por 100. Cuando la demanda de corriente de los ánodos es menor del 100 por 100 de la máxima, la autocorrosión consume el 10 por 100. 474 Octubre


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