OFENSIVA DE LAS RDENAS, L O S T R E S F ACTOR E S Samuel Enríquez Cárdenes. Teniente. Artillería Coincidiendo con la conmemoración del 70° aniversario del final de la batalla de las Ardenas en el año 2015, han visto la luz publicaciones de diversos autores, los cuales han revisado la documentación existente sobre la batalla y algunos de ellos han llegado a conclusiones algo distintas de lo que hasta ahora se pensaba sobre ella. La batalla de las Ardenas fue el último intento del ejército alemán para recuperar la iniciativa en la Segunda Guerra Mundial. A finales de 1944, el sexto año de la guerra, Alemania, a pesar de la dura campaña de bombardeos estratégicos a la que estaba sometida por parte de la Real Fuerza Aérea Británica durante la noche y por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos durante el día, había aumentado la producción de armamento con respecto a los años anteriores y había conseguido crear una reserva de unos 1.500 carros de combate y casi 2.000 aviones. La pregunta que se formuló el alto mando alemán fue dónde poder utilizar esta reserva para conseguir una ventaja estratégica que le permitiera no ganar la guerra, cosa imposible ya, pero sí lograr una 86 REVISTA EJÉRCITO • N. 909 DICIEMBRE • 2016 situación de tablas o al menos más tiempo para poner en servicio, en cantidades suficientes, las nuevas armas «milagrosas» con las que contaba Alemania (reactores, carros de combate, submarinos eléctricos, etc). Veamos a continuación cuáles eran las distintas opciones disponibles. El ejército alemán tenía, en octubre de 1944, tres teatros de operaciones principales: el del este, el del oeste y el italiano. En el este se enfrentaba al Ejército Rojo, que no había dejado de avanzar después de la batalla de Kursk (1943) y, especialmente con la destrucción de parte del Grupo de Ejércitos Centro (operación Bagration), se encontraba ya en Prusia Oriental. El ejército soviético era considerado por los alemanes su rival más fuerte y creían imposible, debido a la magnitud del mismo y a los enormes espacios del este de Europa, conseguir una victoria con tan exiguas fuerzas. Estas reservas acumuladas con tantos sacrificios se consumirían sin lograr prácticamente nada. El frente italiano era un frente completamente secundario, donde una victoria sobre los aliados occidentales no hubiera
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909
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