Geografía e Historia P-47 destruidos en el aeródromo de Metz tras el ataque de la Luftwaffe. Operación Bodenplatte REVISTA EJÉRCITO • N. 909 DICIEMBRE • 2016 89 de mal tiempo que mantuviera en tierra o disminuyera la eficacia de estas fuerzas aéreas. También se pensaba que las tropas alemanas, al llevar tres años combatiendo en el frente ruso, estarían más habituadas a estas condiciones tan desfavorables. Habían aprendido a vivir y combatir con esta climatología, tras sufrir en sus carnes los rigores de tres inviernos rusos. Gracias a estas experiencias, muchas de las unidades de asalto portaban prendas que les hacían confundirse con el entorno nevado, además de guantes, trajes interiores, fundas para equipo y vestimenta reversible que estuvieron disponibles, aunque no en las cantidades necesarias, para dotar a todas las unidades atacantes. La fecha del ataque fue pospuesta hasta que los submarinos destacados en el Atlántico informaron al servicio meteorológico de la existencia de un área de bajas presiones que afectaría la zona donde se desarrollarían las operaciones. La ofensiva comenzaría el 14 de diciembre. El período de mal tiempo pronosticado se cumplió, lo que ayudó a los atacantes en las primeras fases de la batalla, ya que los aliados no tuvieron el apoyo aéreo en las cantidades necesarias y se hizo notar la experiencia de las tropas alemanas adquirida en el frente ruso. Pero esta climatología también acarreó problemas no esperados para los atacantes; la nieve y el barro convirtieron en intransitable el ya de por sí blando terreno de la zona, por lo que casi todos los desplazamientos de las unidades hubo que realizarlos por las pequeñas carreteras de la zona. Esto produjo unos tremendos atascos de tráfico que tuvieron una importancia decisiva en el fracaso de la ofensiva. Además, este tiempo provocó innumerables padecimientos a los combatientes de ambos lados y a los civiles de la zona, muchos de los cuales habían perdido sus casas debido a los combates y a los bombardeos que sufrió la misma. LOS SUMINISTROS Lo logística fue uno de los aspectos menos realistas en la planificación de la ofensiva. Alemania acusaba una gran escasez de combustible, especialmente tras la campaña de bombardeos estratégicos que padecieron las instalaciones relacionadas con la fabricación de combustibles sintéticos y su red de distribución. Se hizo un gran esfuerzo para acumular todas las reservas de carburante necesarias para comenzar la ofensiva. El nivel de las mismas era casi suficiente, pero los depósitos estaban situados muy a retaguardia. Los carros de combate tenían combustible para unos 200 kilómetros, es decir, para aproximadamente tres días de combate; el resto del combustible tendría que ser llevado por
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909
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