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y menor coste, al llevarlas de puerta a puerta, es decir, desde al almacén del vendedor al del comprador. El término es aplicable también al transporte de viajeros; procede del inglés y podría traducirse por combinado o integrado, aunque entre nosotros se le conoce también por multimodal, por intervenir en él medios terrestres (camión, ferrocarril) y/o marítimos. La eficiencia de este servicio exige la debida unificación de las cargas, a base de palletes, contenedores u otros elementos, así como el uso de los semirremolques que llevan los tractocamiones, también llamados camiones grúa o cabezas tractoras, y tráilers el conjunto. El contenedor es, sin duda, el elemento más usual en el sistema de transporte que nos ocupa, y sus orígenes se remontan a mediados del siglo XVIII. Sin embargo, la difusión no empezó hasta que se hicieron de medidas unificadas, cosa que ocurrió en el Reino Unido hacia 1920, aunque la proliferación actual procede de la normalización efectuada en los Estados Unidos en 1968 y 1970. De hecho, los primeros buques portacontenedores fueron los petroleros T2 de la Segunda Guerra Mundial, reformados para esa aplicación, siendo uno de ellos el norteamericano Ideal X, que hizo el viaje de Newark (Nueva Jersey) a Houston (Texas) en 1956. Actualmente los mayores son los de la clase E de la naviera danesa A. P. Møller- Mærsk Group, de 397 m de eslora, 56 de manga, 25 nudos de velocidad y capaces de llevar 15.000 TEU(twenty foot equivalent units). Entre ellos, los Emma Mærsk, Edith Mærsk y Ebbe Mærsk, entrados en servicio en 2006, el primero, y en 2007 los otros dos. El último ostenta el récord de carga por haber llevado 15.011 TEU al puerto de Tánger en mayo del 2010. L. C. R. 24.956.—Juan Sebastián de Elcano Ofrecida por la Sociedad Geográfica una esfera de hierro damasquinada en oro, representando el globo terráqueo, como primer premio del certamen MISCELÁNEA abierto a la mejor composición en honor del insigne marino Juan Sebastián de Elcano, y deseando el Rey que tal objeto artístico, a más de la alegoría, revistiera el mayor carácter posible, dispuso por Real Orden de 10 de abril de 1879 que se entregase a la junta directiva de dicha sociedad un trozo de hierro de tamaño suficiente al objeto expresado de una de las planchas que blindaban la fragata Numancia en su viaje de circunnavegación. J. A. G. V. 24.957.—Ganando barlovento Es conocida la permanente preferencia de todos los almirantes ingleses para empezar cualquier combate naval situándose a barlovento de las fuerzas enemigas. Las instrucciones del Almirantazgo inglés eran claras en este sentido. Las razones han sido discutidas en muchas ocasiones; de hecho, en la Armada francesa más bien imperaba la opinión de que era mejor situarse a sotavento. Resultan curiosas las dos principales razones que presenta un reciente estudio británico sobre las instrucciones de combate naval inglesas durante la época de la navegación a vela. Estas no son otras que: incentive to fight and prevented captains from drifting away from battle. Está claro que una vez comenzada la acción naval, si se está situado a barlovento, resulta mucho más complicado evitar, voluntaria o involuntariamente, el encuentro con el enemigo, por lo que los comandantes ingleses se veían obligados a disipar cualquier duda y enfrentarse al enemigo con el mayor interés y resolución. DAVA 24.958.—Comilones de fino paladar Sibaritas de la buena comida los hay y ha habido siempre. Pero limitándonos al antiguo Imperio romano podemos sacar a relucir la novela El Satiri- 2016 107


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