JUNIO 2016 67 EL CUERPO DE INGENIEROS Y SU POSTURA FRENTE A LOS HÉROES DE ANNUAL Para poder contestar a cuál fue la posición del Cuerpo de Ingenieros en Annual hay que remitirse, nuevamente, al MIE9. En uno de sus artículos que se ha mencionado anteriormente se relata el homenaje del Cuerpo de Ingenieros a uno de sus miembros, el capitán D. Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate. La iniciativa partió del jefe de la sección de Ingenieros militares en el Ministerio de la Guerra y, por tanto, representante del Cuerpo, el general Los Arcos. El capitán Aguirre había sido hecho prisionero por los rifeños y se pretendía mostrar el necesario afecto así como enaltecer su actuación, a la par de recordar a todos los «compañeros de armas sepultados en la tierra africana10». Para ello se acordó realizar un acto de homenaje en el que participaron todos los miembros del Cuerpo de ingenieros del Ejército destinados en Madrid. Se pidió el apoyo al general Marvá por ser «la voz más autorizada de entre todos los ingenieros militares11». Al citado capitán Aguirre se le entregó un sable de honor y un pergamino con la siguiente inscripción: «El Cuerpo de Ingenieros del Ejército, en cuyas gloriosas tradiciones siempre han fulgurado la abnegación y el sacrificio por la Patria, se honra en dedicar un sable de honor al capitán D. Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, que tanto en la retirada de Annual de 1921 y sitio de Monte Arruit, como durante su cautiverio en poder del enemigo, ha demostrado ser digno de ostentar en el cuello las torres de plata y se ha hecho acreedor a la más alta consideración de sus compañeros12». El acto se inició con las palabras del general Marvá en las que se destacó la actuación de los ingenieros militares en el Norte de África. Son palabras llenas de honor, orgullo, reconocimiento y respeto. Contabiliza, en aquellos momentos, «33 Jefes y Oficiales de Ingenieros, de los cuales 7 son del servicio de Aviación y 26 de zapadores y telégrafos que murieron ya combatiendo como infantes, ya desempeñando su misión técnica en las guerrillas, bajo diluvio de balas13». Las últimas palabras de la alocución del general Marvá son las siguientes: «¡Desgraciado el país en que el intrigante político, el ávido comerciante y el agiotista, se estiman en más que el bravo que sacrifica su vida, su salud o su fortuna a la defensa de la Patria!14». A continuación, el capitán Aguirre tomó la palabra y relató los hechos que habían acontecido desde el 19 de julio de 1921 en que se encontraba en Annual al frente de la 2.ª compañía de zapadores, como ya se ha señalado más arriba. El 23 de dicho mes recibió orden del general Navarro de trasladarse a Tistutin con la finalidad de asegurar los servicios de ingenieros y el enlace con la retaguardia. Una vez allí se puso a las órdenes del capitán Arenas, por ser este más antiguo. En dicha plaza se realizaron las siguientes actividades: •• Se hicieron obras de defensa de la posición con unas tropas agotadas por la marcha, la falta de agua y de alimentación. En particular, parapetos, aspilleras, etc. •• Se organizó el racionamiento del agua. •• Se restableció el servicio de comunicaciones heliográficas. 9 Los Arcos (1923). «Homenaje al capitán Aguirre» Memorial de Ingenieros del Ejército, año LXXVIII, núm. X, págs. 429-438, Madrid. 10 Los Arcos (1923), pág. 430. 11 Los Arcos (1923), pág. 429. 12 Los Arcos (1923), pág. 430. 13 Los Arcos (1923), pág. 431. 14 Los Arcos (1923), pág. 430.
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