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REVISTA GENERAL DE MARINA 270-4 SUP CERVANTES

J. FERNÁNDEZ GAYTÁN época pasó Cervantes a Mostagán, donde su alcaide le entregó cartas para Felipe II, y después a Orán, en cuya plaza se incorpora a su Tercio. Acabadas estas campañas volvió a España y allí solicita su retiro, tras veintidós años de servicio activo, en el cual fue herido y quedó mutilado. Por el año 1588 pasó a Sevilla, acompañando al consejero don Antonio de Guevara, que había sido nombrado proveedor general de las armadas y flotas de Indias, quien lo designó comisario hasta 1593. Aunque conservó este cargo años más tarde, por la costa de Andalucía, allí le coge el desembarco en Cádiz del almirante inglés conde de Essex, año de 1596. Ya en 1590 había solicitado la Contaduría de Galeras de Cartagena de Indias, que no se le concedió. Y con esto acaban los servicios que a la Marina prestó Cervantes; los posteriores ya no son del caso. El telón de su vida cae en Madrid el 23 de abril de 1616, cuando entregó su alma a Dios aquél Príncipe de los Ingenios y Manco de Lepanto. Y como final, hagamos su retrato por boca del propio don Miguel, quien escribió en el prólogo de las Novelas Ejemplares: Este qe veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años fueron de oro; los bigotes grandes, la boca pequeña los dientes no crecidos, porque no tiene sino seis, y esos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeño; la color viva, antes blanca que morena; oigo cargado de espaldas no muy ligero de pies; este digo que es el rostro del autor de la Galatea y de Don Quijote de la Mancha y del que hizo el Viaje del Parnaso a imitación del de César Caporal Perusino, otras obras que andan por ahí descarriadas y quizá sin el nombre de su dueño; llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra, que, aunque manco, nunca lo fue ni para escribir ni para batirse, y aunque tartamudo no lo era para decir verdades. BIBLIOGRAFÍA Heroica actitud de Miguel de Cervantes, cautivo en Argel. Fray Diego de Haedo. Vida de Miguel de Cervantes Saavedra. M. Fernández de Navarrete. Cervantes marino. C. Fernández Duro. El Ingenioso Hidalgo Miguel de Cervantes Saavedra. F. Navarro y Ledesma. Miguel de Cervantes. J. Montero Alonso. 1971 53


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