Page 57

REVISTA GENERAL DE MARINA 2016

TEMAS GENERALES extraído de mi estudio sobre toda la guerra en general. La opinión vertida desde estas líneas es exclusivamente mía. Ello quiere decir que los autores de las informaciones que he recibido desde el exterior y de las que me he valido pueden no estar de acuerdo con mi opinión; solamente se han limitado a pasarme la información, en algunos casos reflejada en documentos oficiales. Para buscar una respuesta a los sucesos que acontecieron, hay que hacer una reflexión profunda sobre el tema Malvinas en general, del antes, durante y después. Un buen momento para empezar sería preguntarse qué es lo que realmente impulsó a la Junta Militar a llegar a los sucesos del 2 de abril (20). Y el final de esa batería de preguntas lo acabaría llegando al análisis que impulsó al final de esa misma Junta y de la siguiente. Podíamos decir, o entender, que fue una maniobra de supervivencia en un momento crítico, buscando un efecto «impactante» entre los ciudadanos, aunque mal planteado, confiando en que la actitud y determinación británica no llegarían a tales extremos. La manifestación del 30 marzo en la Plaza de Mayo contra la Junta Militar no fue la misma de principios de abril, tras la recuperación de Malvinas; a pesar de ser los mismos manifestantes, la Junta pudo jugar con el sentimiento nacional para su propio beneficio. Aclarado este punto hay que ver el conflicto como regional en el marco de la Guerra Fría, otro más. Hasta aquel momento estábamos acostumbrados a los intereses de un bando u otro en un mundo bipolar. El caso de Malvinas presenta una anomalía que lo hace distinto, ya que podemos decir que no es un enfrentamiento entre el Este y Oeste, sino entre el Norte y el Sur. Ambos países en aquel escenario mundial compartían intereses mutuos, pero enfocados desde diversos puntos de vista y bajo circunstancias distintas. Mientras el Reino Unido combatía a la URSS bajo el paraguas de la OTAN, Argentina aportaba un «ejército sucio» a la CIA para combatir el comunismo en Centroamérica, algo que no se comprende e iba en contra de sus principios, ya que no participaba en el bloqueo impuesto a los soviéticos, proporcionándoles grandes cantidades de grano y carne. Una segunda anomalía se dio en aquella guerra a la inversa: fue la URSS la que se acercó a prestar ayuda a un régimen contrario a sus principios, un apoyo que aspiraba a ser directo y que se encontró con numerosos impedimentos en su camino, y al final acabó por desistir, limitándose a lo que no (20) En realidad aquí encontramos el primer problema. La Tercera Junta Militar de Gobierno, encabezada por el teniente general Galtieri, almirante Jorge Anaya y brigadier general Basilio Lami Dozo, no estaba del todo al corriente de la operación de recuperación de Malvinas. Según afirma el almirante Lombardo —uno de los que sabían y realizó la planificación, en una entrevista en La Nación— Lami Dozo no estaba al corriente de esos planes. Y que las inquietudes que le surgieron a este almirante en un encuentro con el resto, más allá del aspecto militar, fueron acalladas por un Galtieri que demostró no estar a la altura del momento. (Diario La Nación, 31 marzo 2002). 440 Abril


REVISTA GENERAL DE MARINA 2016
To see the actual publication please follow the link above