HISTORIA DE LOS NUDOS Y EL ARTE DE ANUDAR Defensa sencilla de bote o lancha Historia La aparición de esta amarradura puede remontarse hacia el año 3100 a. de C., cuando los egipcios comenzaron a construir barcos de vela para navegar por el mar Rojo y efectuar el transporte de mercancías y sobre todo de las piedras necesarias para la construcción de las pirámides. Estas protecciones fueron mejorándose con el paso del tiempo y derivaron en lo que hoy conocemos como defensas de mano o defensas de palos, que sirven para la perfección y buen uso del material. Además de los datos obtenidos del estudio de las embarcaciones funerarias, en España la descripción más antigua que he podido encontrar está en la lámina número 45, «Delineación de dos badernas…», y en la número 63, «Diferentes gazas y vueltas, coseduras, defensas que se hacen a los cabos», del libro de don Juan José Navarro, marqués de la Victoria (1), en las que se ilustra esta atadura. Etimología La primera definición escrita explicando esta amarradura se encuentra en el libro del marqués de la Victoria, en el que describe la «defensa de una lancha». También Timoteo O’Scanlan (1831), en su Diccionario Marítimo, define la defensa como vimos en anteriores artículos. Según la Enciclopedia General del Mar (Ed. Garriga, 1982), una defensa, entre otras acepciones, es un cabo grueso, forrado y precintado al que se le hace una serie de nudos de trecho en trecho y que se coloca en la (1) NAVARRO, Juan José (marqués de la Victoria): Diccionario demostrativo con la configuración o anatomía de toda la arquitectura naval moderna. Cádiz, 1719. 2016 691
REVISTA GENERAL DE MARINA NOV 2016
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