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REVISTA GENERAL DE MARINA NOV 2016

Su formación académica TEMAS GENERALES Durante el siglo xVIII se proyectan ambiciosos planes de construcción naval con el objeto de mantener y proteger las posesiones de ultramar y el tráfico comercial que generaban con la Península. Sin duda, se necesitaba una armada poderosa, tanto en barcos como en oficiales capaces y preparados que la dirigiesen. Sin embargo, se carecía de un centro específico para la formación de los oficiales. Estos procedían del Colegio de Pilotos de San Telmo en Sevilla, de los cadetes de Galeras de Cartagena o de escuelas navales extranjeras. Para cubrir este vacío, el 16 de junio de 1717 se publicaron las Ordenanzas e instrucciones que se han de observar en el cuerpo de la Marina de España, redactadas por José Patiño (Milán, 1666-La Granja de San Ildefonso, 1736), intendente general de la Marina y presidente del Tribunal de Contratación de Indias. Patiño firmó la creación de la primera Academia de Guardias Marinas, fundada en Cádiz en 1717, y en 1724 se ordenó la construcción del Arsenal de La Carraca en la bahía de Cádiz. Según Lafuente y Sellés (1984, Vol. 2, pp. 153-176), se trató de una de las experiencias científicas, educativas e institucionales más atractiva e influyente en la Ilustración española. Los requisitos de los candidatos a guardias marinas eran, entre otros, pertenecer a la nobleza, ser hijosdalgos o hijos de militar con empleo superior a capitán. Se pretendía con ello interesar a la nobleza baja, que percibiría el paso por la academia como medio de ascenso social. Hijo de un capitán de Caballos Cuantiosos y comisario de Guerra, y de madre también de probada hidalguía, José Romero Fernández de Landa pudo ingresar en la Academia de Guardias Marinas de Cádiz en 1754, a los 19 años, no superando la edad de 20 en cumplimiento de otro de los requisitos de ingreso. En este centro coincidiría con muchos jóvenes españoles y también con algunos extranjeros. La Academia fusionó el modelo de enseñanza francés, fundamentalmente teórico, y el inglés, eminentemente práctico. La institución comprendía dos estructuras, una docente (Academia) y otra militar (Compañía), que usualmente mantenían unas relaciones bastante tensas. Se compaginaba profesorado militar con profesorado civil, a los que se denominaban maestros y solían ser reputados marineros. Los profesores de la Academia tenían gran prestigio en la vida y cultura gaditana. Prueba de ello es que intervinieron en numerosos asuntos de diferente índole. Así, por ejemplo, el maestro de Matemáticas Francisco del Orbe jugó un papel decisivo en el fallo del concurso de proyectos de la nueva catedral. El plan de estudios, de cuatro cursos académicos de duración, aunaba la formación militar y la académica. Comprendía una parte práctica en los buques, donde el piloto y los oficiales se responsabilizaban de la instrucción de los estudiantes. Como militares, los cadetes embarcaban en las distintas unidades, tomando parte en las campañas en las que estas intervenían y 2016 595


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