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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 334

María Dolores de Cospedal se dirige a la tripulación de la fragata Navarra en la cubierta de vuelo para agradecerles el trabajo que realizan dentro de la misión Eunavfor Med Sophia. día en la zona. Porque todo buque que se encuentre navegando tiene la obligación de intervenir si se encuentra en el mar con una situación de riesgo para la vida humana. Son los llamados casos SOLAS (Safety Of Life At Sea) que en el mar Mediterráneo se han convertido en algo habitual. A su llegada a la fragata, acompañada por el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez, esperaban a la ministra los 207 miembros de la tripulación con su comandante, el capitán de fragata Vicente Gamboa, al frente. Cospedal recibió una detallada explicación de los cometidos de la misión y su situación actual. A continuación, recorrió todos y cada uno de los compartimentos del buque. Vio las embarcaciones que envía la fragata para recoger a los migrantes en peligro, misiones internacionales la escala real por donde suben a bordo y las estancias dónde se les identifica, les aprovisionan de ropa seca y mantas y, sobre todo, reciben comida. «Fundamentalmente hidratos de carbono, que les da energía, porque muchos llevan varios días sin comer», explica el capitán Jacobo Palacín. También los hangares y la cubierta donde alojan a los migrantes temporalmente —nunca han estado a bordo más de 24 horas— hasta que los desembarcan, normalmente, en el puerto italiano de Catania, y la enfermería donde son atendidos los que llegan en peor estado. La mayoría de los rescatados presentan hipotermia, patologías respiratorias, síntomas de mareo y heridas en la piel de las extremidades causadas por las malas condiciones de las embarcaciones en las que viajan. «Les estamos salvando la vida, nos ven como su última esperanza y se muestran muy agradecidos», añade el capitán Palacín. Tras el recorrido por la fragata, Cospedal se dirigió a la cubierta de vuelo. Allí agradeció a la tripulación «la impresionante labor humanitaria» que realiza dentro de la operación Sophia de la que «todos los españoles nos sentimos orgullosos ». Esta misión en el Mediterráneo central, añadió, «es un magnífico ejemplo de solidaridad —España desde el primer momento quiso participar y somos uno de los países que más medios aporta— y de colaboración entre países y organizaciones internacionales de las que España forma parte». Una cooperación que es «absolutamente primordial en la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos». La ministra también destacó la participación de la Guardia Civil en la operación Tritón dentro de Frontex (Agencia Europea de Fronteras) para controlar los flujos de inmigración irregular en el Mediterráneo central. Antes de despedirse de la tripulación, María Dolores de Cospedal les animó a seguir trabajando con el mismo «entusiasmo, dedicación, motivación, entrega y sacrificio», les pidió que cuidaran de su seguridad y de la de sus compañeros, y les deseó «buena suerte en la misión, buen viento y buena mar». DOS MESES DE MISIÓN La Navarra lleva integrada en la operación Sophia desde el pasado 24 de septiembre y tiene previsto su regreso a España el 24 de enero de 2017. Entre su dotación —207 personas— se encuentra el personal de sanidad, el que opera el helicóptero AB-212 que lleva embarcado y un equipo operativo de seguridad de Infantería de Marina. La fragata patrulla habitualmente frente a la costa occidental de Libia, entre los puertos de Sabratah y Zuwarah, y suele estar fuera de puerto una media de 13 días. Desde que llegó a la zona, la Navarra ha rescatado a más de 2.000 personas y participado en la neutralización de una treintena de embarcaciones empleadas por los contrabandistas de seres humanos. Estas barcas se destruyen tras el salvamento porque, si quedan a la deriva, se convierten en un peligro para la navegación y, además, con ello se impide que los traficantes puedan volver a utilizarlas. Antes de neutralizarlas se realiza una investigación a bordo para recoger evidencias que permitan detener a los mafiosos y ponerlos a disposición de las autoridades italianas. En la operación Eunavfor Med Sophia participan 25 países, algunos aportando fondos y, otros, con fuerzas militares —Italia, Alemania, Reino Unido, Francia, Holanda, Luxemburgo y España—. Actualmente, los medios europeos no pueden intervenir dentro de las 12 millas de soberanía Libia y sólo pueden actuar en aguas internacionales. Allí es donde desarrollan su trabajo: operaciones de visita, registro, abordaje e incautación de buques sospechosos de migración ilegal y trata de personas. El pasado mes de junio, la Unión Europea extendió un año el mandato de la operación e incrementó sus tareas con el adiestramiento de los guardacostas y la Marina de Libia y la implementación de un embargo de armas en alta mar, frente Desde el inicio de la operación se ha puesto a disposición de las autoridades a un centenar de supuestos traficantes Diciembre 2016 Revista Española de Defensa 15


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