Page 28

EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 911

el aprendizaje adecuado. Arrastrando aún el concepto de ejército industrial, en el que los efectivos no son más que masa de combate, olvidamos que las personas tienen cualidades diferentes unas de otras, y que la explotación adecuada de las mismas nos conducirá a resultados infinitamente mejores. Así que si nos centramos en el quién en lugar del qué, las posibilidades de éxito se multiplican. Un correcto quién nos llevará automáticamente al adecuado qué y cómo. Si retomamos las cualidades que detallábamos en los párrafos anteriores, y las traducimos en aspectos concretos del ámbito militar, podemos llegar a la conclusión de que lo que necesitamos son personas con visión, capaces de entender simultáneamente las dimensiones tácticas, operacionales y estratégicas de la operación, tanto del todo como de la suma de las partes. En otras palabras, individuos que puedan ver el bosque y los árboles, capaces de pensar en términos diferentes a la enseñanza tradicional del planeamiento lineal de ramas y secuelas. Andrew Krepinevich y Barry Watts se hacen eco de algo que, ciertamente, se encuentra en todas las biografías de grandes líderes militares: «El pasado reconoce que no todo el mundo tiene las capacidades cognitivas y la visión (perspicacia, intuición) para ser un buen estratega … estrategia es básicamente visión, creatividad y síntesis». En su estudio sobre las competencias de un estratega, afirma que la mayoría de los individuos han desarrollado, o no, las capacidades para la estrategia antes de alcanzar los veinte años. Por tanto, «difícilmente los profesores o instructores podrán inculcarle capacidades para la auténtica visión estratégica, independientemente de la inteligencia o la experiencia del individuo. En lugar de ello, lo mejor que se puede hacer es tratar de identificar aquellos que aparentemente has desarrollado ese talento y asegurarse que se utiliza en las posiciones donde son requeridas las habilidades de un estratega»5. Los ejércitos poseen herramientas y estructuras para identificar al escaso personal que posea estas cualidades. Y una vez identificado, instruirlo, dotarlo de conocimientos específicos y posicionarlo en puestos de liderazgo o asesoramiento a 28  REVISTA EJÉRCITO • N. 911 MARZO • 2017 comandantes con responsabilidades en desarrollar estrategias y planes. Así podremos formar un equipo reducido con personal seleccionado según sus cualidades personales, con conocimiento suficiente del escenario y los medios, capaz de ver más allá de lo inmediato; con iniciativa y creatividad para comprender lo que va a ocurrir, influir sobre ello y saber lo que debe hacerse. Y todo ello plasmarlo en un reducido documento que responda al por qué mediante un propósito, al qué mediante la descripción de un escenario comprensible por la mayoría, y al cómo mediante una estrategia materializada en un plan maestro. Los miembros de ese equipo deben tener tiempo para pensar, prever, anticiparse y planear. Tiempo para obtener información, estudiar el pasado y el presente y proyectar sus ideas hacia el futuro. Y deberían poder desarrollar el trabajo con total libertad intelectual, confrontando ideas, por extrañas que parezcan, y cuestionando cada certeza y cada avance que se realice. Además, puede resultar muy útil un pequeño equipo externo, un «equipo rojo», no involucrado en el proceso, pero al que se le incluya en la exposición de cada avance de forma que pueda ver debilidades o plantear nuevos escenarios o situaciones no contempladas por el equipo de planeamiento. Una vez elaboradas unas directrices claras y comprensibles que guíen completamente cualquier planeamiento general, cualquier acción, incluso cualquier improvisación posterior, se dedicarán a supervisar los procesos posteriores, no solo para comprobar que se ajustan al plan maestro, sino para detectar cualquier cambio de la situación o cualquier aspecto no contemplado que pudiera surgir. CONCLUSIONES En la mente de muchos militares está la idea de que las Fuerzas Armadas deben esforzarse en definir cómo serán los futuros enfrentamientos, las amenazas a las que deberemos enfrentarnos, para poder diseñar una fuerza adecuada y prepararla para ello. Sin embargo, la mayoría de los esfuerzos se dedican a profundizar y adiestrarse en lo ya conocido, en las guerras pasadas. O en el mejor de los casos en intentar adaptar las estructuras a cada conflicto, operación o riesgo emergente. Con limitado éxito, debemos señalar.


EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 911
To see the actual publication please follow the link above