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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 112

140 ARTURO CAJAL VALERO El contingente aportado por Álava fue destinado íntegramente al 1.er Tercio. El de Guipúzcoa se dedicó al 2.º (776 hombres) y parte del 4.º (364 hombres, para sus compañías 1.ª, 2.ª y 3.ª). El de Vizcaya se destinó al 3.er Tercio (750) y a la otra parte del 4.º Tercio, de composición mixta guipuzcoano-vizcaína (415 hombres, en las compañías 4.ª, 5.ª y 6.ª). Se ordenaron así por el alfabeto, para no dar preferencia a ninguna provin-cia en concreto. El 1. er Tercio Vascongado se reunió en Vitoria. El 2.º, en Tolosa (que en aquella época era la sede de la Diputación de Guipúzcoa). El 3.º, en Bilbao. El 4.º, en Durango (Vizcaya), debido a que esta provin-cia aportaba un número de hombres ligeramente mayor que Guipúzcoa (el contingente guipuzcoano destinado a este tercio, antes de acudir a Durango, se concentró previamente en Vergara, localidad guipuzcoana relativamente próxima a aquella). Este esquema constituía, en fin, una notable novedad en relación a los usos y costumbres forales en la materia, dado que estos habían te-nido tradicionalmente un neto carácter provincial. Ello no quiere decir, desde luego, que con esas medidas se anulara del todo la particularidad provincial de la antigua organización. Por ejemplo, las Juntas Generales de cada provincia aprobaron las normas del reclutamiento de su respec-tivo contingente en uso de sus atribuciones clásicas. Llama la atención, sin embargo, que habiéndose acordado entre los tres territorios realizar un servicio “colectivo” de unos “tercios vascongados” (ya no “alaveses”, “guipuzcoanos” y “vizcaínos”), en cambio no adoptaran un criterio co-mún en cuanto a los requisitos y condiciones del personal reclutado, las primas que se ofrecían a los sustitutos, etc.; en este sentido, cada Provin-cia prefirió ir enteramente por libre, lo que no dejaría de causar agravios comparativos y roces entre ellas21. C) Otras innovaciones fueron introducidas por el gobierno O’Donnell a través del Ministerio de la Guerra: en concreto, el reclu-tamiento y equipamiento de la tropa siguieron siendo competencia de las Diputaciones, pero el Ministerio tomó a su cargo la organización militar de esta fuerza, es decir, la definición de la estructura interior de cada tercio (plana mayor y compañías) y el nombramiento de sus jefes y oficiales –de los cuales, como otra novedad también destacable, algunos no fueron vascongados–. Describimos con más detalle esta organiza-ción en el punto 3. 21  Más datos a este respecto, en “Discrepancias entre las tres «Provincias Herma-nas » (…)”, cit.


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