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REVISTA GENERAL DE MARINA AGOSTO SEPTIEMBRE 2014

PRIMER CENTENARIO DEL INICIO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL... diciembre. Frente a estas pérdidas, los aliados solo podían oponer patrullas de buques de superficie, especialmente torpederos, que trataban de sorprender a los submarinos en superficie cuando cargaban sus baterías. A mediados de 1915, los aliados solo contaban en el Mediterráneo con 52 arrastreros y 12 torpederos, cuando las necesidades eran de 250 y 140 respectivamente, ya que solamente Francia perdió en las costas argelinas 23 buques y otros 34 fueron torpedeados. Año 1916. Los días felices A comienzos de 1916, ante el temor de una intervención militar norteamericana en Europa, los alemanes recondujeron la guerra submarina a una campaña con limitaciones, dentro de las zonas de guerra establecidas, fuera de las cuales los buques mercantes solo podrían ser hundidos si iban armados y los de pasajeros no podían ser atacados. Von Tirpitz, partidario de la guerra submarina sin limitaciones, dimitió el 17 de marzo, siendo sustituido por el almirante Eduard von Capelle. Esta etapa de la guerra submarina con restricciones acabó con el torpedeamiento del ferry francés Sussex por el UB-29, el 24 de marzo, en aguas del canal de la Mancha. El Gobierno alemán alegó para justificar el ataque a este buque de pasajeros que el ferry transportaba tropas a Francia. Desde octubre de 1915 a febrero de 1916, los U-Boote habían hundido 209 buques, con un total de 506.000 t, de ellas un 75 por 100 se habían perdido en el Mediterráneo. La llegada de más submarinos a este teatro estratégico se tradujo en la pérdida de 192.000 t en el primer trimestre de 1916; de abril a junio se echaron a pique otras 200.000 t, y de julio a septiembre 321.000 toneladas. En total, durante el año de 1916 los submarinos que operaban en el Mediterráneo hundieron 800.000 t de barcos mercantes aliados, a los que habría que añadir otras 80.000 como resultado de los minados ofensivos. A la vista de estos excelentes resultados conseguidos por la Flotilla de los 30, se enviaron otros cuatro submarinos a Cattaro en otoño. A esta altura de la guerra submarina, las potencias aliadas basaban su táctica en la búsqueda y destrucción de los U-Boote a la salida de sus bases o mediante su interceptación en las grandes rutas comerciales y la utilización de buques-trampa o buques Q, si bien más tarde incrementaría el número de patrullas antisubmarinas, aunque no poseían detectores submarinos, tan solo sencillos hidrófonos, ya que la invención del ASDIC (Allied Submarine Detection & Investigation Committee) no tendría lugar hasta 1920. En el otoño de 1916, la entrada en guerra de Rumanía con los aliados y la mala situación del Ejército alemán tras la batallas de Verdún y el Somme, decidieron al Alto Mando alemán a intensificar la guerra del desgaste contra el Reino Unido, fijando la cifra de 600.000 t de barcos hundidos mensualmente como la necesaria para hacerlo capitular antes de la más que probable inter- 2014 307


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