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REVISTA GENERAL DE MARINA AGOSTO SEPTIEMBRE 2014

PRIMER CENTENARIO DEL INICIO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL... dad a lo largo de la jornada del día 18 de marzo de 1915, en la que fueron sus víctimas los viejos acorazados británicos y franceses destacados en Dardanelos. En el caso español se configuraban además como una solución barata y rápida que venía a paliar la escasez de piezas de artillería de costa (20). Desde hacía años la Marina disponía de algunas del tipo Harlé (21) Carbonit y Elia, que habían sido sometidas a distintas pruebas comparativas por nuestra Marina con el fin de elegir la mejor (22). A principios de 1914 se encargaron a la Sociedad Española de Construcción Naval cuarenta unidades Vickers Elia mod. 16-A (23), primer pedido que sería complementado con dos de mil unidades cada uno, siendo el primero encargado el El crucero Río de la Plata habilitado como buque portaminas. (20) En la Memoria relativa a toda clase de servicios y aplicables a la defensa de la base naval, elaborado por la Junta de Defensa Local de Ferrol elaborada en 1916, se denunciaba la escasez de piezas de artillería de costa y de verdaderos buques de combate dotados de potente armamento, y se apuntaba que las minas solo podían ser consideradas como un elemento complementario, junto al submarino, en la defensas de este tipo de establecimientos navales de primer orden. (21) Se trataba de un arma de anclado automático con sistema de ascensión mecánico. El flotador tenía forma esférica, conteniendo 75 kg de explosivo, que era activado mediante un sistema de disparo de péndulo. El sumergidor era de forma troncocónica, con cuatro ruedecillas para su lanzamiento desde la cubierta. El peso total del ingenio alcanzaba los 437 kg, siendo su sonda máxima de 80 metros. (22) Dichas pruebas se verificarían durante el año de 1912. Consistían en comprobar la profundidad a la que se podían fondear, su comportamiento ante el oleaje, las mareas y corrientes y su resistencia a explosionar por influencia, entre otras. Para conocer a qué velocidad mínima un buque debía colisionar con el ingenio para que este se activase se utilizó al remolcador Antelo. (23) Desarrollada por el teniente de navío Giovanni Emmannele Elia de la Marina italiana y de la compañía Vickers, fue conocida en la Armada como «mina de bastón». Se accionaba 370 Agosto-septiembre


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