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REVISTA GENERAL DE MARINA AGOSTO SEPTIEMBRE 2014

PRIMER CENTENARIO DEL INICIO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL... juegos» y encontrado una situación de equilibrio. Por último mostraban lo adecuado del teatro para la guerra de minas. Es bien instructivo adentrarse en las páginas del famoso libro del almirante Jellicoe (5) y comprobar que cuando tomó el mando no había casi nada en Scapa Flow y se tuvo que improvisar todo, por lo que la escuadra utilizó fondeaderos alternativos (Loch Eve, Lough Swilly y Loch Na Keal) hasta que las instalaciones defensivas, obstrucciones y baterías quedaron listas en febrero de 1915. Rosyth no fue segura hasta 1717. Para cruceros ligeros y flotillas de destructores, los ingleses utilizaron en ese mar las bases de Harwich y Sheerness, y en Invergordon (golfo de Cromarty) instalaron diversos talleres de reparación y diques flotantes. Las 120.000 millas cuadradas del mar del Norte requirieron para asegurar la vigilancia de su boca septentrional el establecimiento de dos líneas de patrullas: la primera, entre las Shetland y la costa noruega, de 160 millas de (5) Lord John R. JELLICOE, vizconde de Scapa: La Gran Flota Británica (1914-1916). Seix Barral, Barcelona, 1920. (Traducción del comandante de Infantería de Marina Manuel O’Felan). 2014 223


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