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BOLETIN INFANTERIA MARINA 16

LA GUERRA ASIMéTRICA Y LA SOCIEDAD BOLETíN DE LA INFANTERíA DE MARINA 9 nes insurgentes, como los talibanes o los grupos afines a Al-Qaeda. No es ánimo de este trabajo el desarrollar estos grupos en profundidad, pero sí se ha de afirmar que muchos de ellos se apoyan mutuamente en la Yihad4 global en la lucha contra el mundo occidental. El país, después de la invasión de la extinta URSS, ha sido, y continúa siendo, un importante reducto de fundamentalismo islámico que se exporta a los países occidentales por medio de los ataques terroristas. economía La grave situación económica que atraviesa el país es el caldo de cultivo ideal para la proliferación de la insurgencia, no en vano, Afganistán es uno de los países más pobres y menos desarrollados del mundo, con una población de unos veinticinco millones de habitantes. El crecimiento económico de Afganistán ha sido alto desde la caída del régimen talibán5. El Banco Asiático de Desarrollo, igualmente, estima que, si mejora la situación de seguridad, la contribución de donantes continúa y el Gobierno mantiene sus compromisos económicos, la economía afgana podría crecer en torno al 15% durante los próximos tres años. En cualquier caso, se precisarían doce años de crecimiento anual continuo del 12% para alcanzar los 500 dólares de renta. La economía afgana está dominada por la agricultura, que contribuye tradicionalmente con más del 50% de su PIB y emplea al 80% de su población activa. La producción de opio y el narcotráfico, ligados al poder de los jefes militares locales y a la corrupción de la Administración y de los Gobiernos locales, son probablemente el mayor desafío a la estabilidad y futura viabilidad del Estado afgano. El Gobierno afgano lanzó en febrero de 2005 un plan de lucha contra el cultivo, la producción y el tráfico de drogas, a través de un ministerio específico creado al efecto. El plan se centra en el desarrollo de ocho programas diferentes: fortalecimiento institucional, campañas de información, medios de vida alternativos, persecución legal, justicia penal, campañas de erradicación, reducción del consumo, y tratamiento de adictos y cooperación regional. Estados Unidos y el Reino Unido (este último lidera el programa de lucha contra las drogas en Afganistán) han elaborado una estrategia consistente en la erradicación de los cultivos de la amapola, combinada con el fomento de cultivos alternativos. Operaciones militares en afganistán ISAF ISAF se creó, auspiciada por la Resolución del CSNU 1.386/2001, en la Cumbre de la OTAN en 2001 en la ciudad de Bonn. La principal misión de la ISAF es la de conducir operaciones militares junto con el Ejército nacional afgano (ANSF)6 al objeto de asistir al gobierno del país (GIROA)7 en el establecimiento y mantenimiento de un entorno seguro y, así, extender la influencia del gobierno y facilitar la reconstrucción de Afganistán. ISAF no actúa solo en el país, es un actor más en esta compleja operación en la que están incluidos todos los sectores de la sociedad. De este modo, existe un buen número de organizaciones y diferentes elementos provenientes también del mundo civil. Todas estas organizaciones apoyan, y deben hacerlo, al gobierno afgano como un todo. Entre otros podemos destacar a la UNAMA como la misión de asistencia proveniente de la ONU para apoyar a Afganistán o numerosas organizaciones gubernamentales o no gubernamentales. Entre estas últimas podemos destacar en el caso español a la AECI que es la organización del Gobierno español que se encarga de apoyar económicamente a países en reconstrucción. La ISAF debe coordinar y trabajar estrechamente con todas y cada una de estas otras organizaciones civiles. La misión de ISAF, reflejada en párrafos anteriores, se lleva a cabo trabajando en cinco diferentes aspectos que se llaman líneas de operaciones. Estos son: En cuanto a seguridad: — protección de la población; — adiestramiento del Ejército afgano; — neutralización de la influencia negativa de la insurgencia. En cuanto a estabilidad: — apoyo al gobierno; — apoyo al desarrollo socio-económico. Debe quedar claro que el personaje principal, y sobre el que gira toda la operación, es la población. Es ahí donde se realizan los mayores esfuerzos para, por un lado, derrocar a los talibanes y, por otro, devolverles a los afganos un país reestructurado y que pueda ser capaz de sobrevivir por si solo. Los PRT’s son organizaciones cívico militares que buscan incrementar la capacidad del Gobierno afgano para alcanzar su autogobierno. Así pretende asegurar la estabilidad del país y que los esfuerzos lleven a conseguir los objetivos finales. Está dividido en tres áreas fundamentales de actuación que son: desarrollo, gobernación y seguridad. Para ello cada PRT, teniendo en consideración el estado y amenazas de una región en concreto, avecina. El pintor busca el lado más humano de los débiles, para así posicionar a la audiencia a favor de los españoles. El término «guerras de cuarta generación», acuñado durante los años ochenta, es más conocido como «guerra asimétrica», como contraposición a la «guerra simétrica», la librada entre ejércitos con modelos estratégicos similares. Ante los poderosos ejércitos nacionales, con grandes máquinas de guerra y un alud de normas y procedimientos, unas estructuras jerárquicas claras y muy direccionales, los oponentes de esta cuarta generación presentan fuerzas irregulares, armamento simple y ligero, descentralización e iniciativa. Pero la diferencia fundamental entre las guerras de cuarta generación y el resto es que en ellas no se busca la destrucción de las fuerzas enemigas como objetivo primordial, sino como medio de quebrar su voluntad política de lucha, pues las acciones van dirigidas, fundamentalmente, a actuar sobre los responsables de tomar decisiones. En estas guerras asimétricas, el adversario más débil utiliza esa debilidad para transformarla en su mayor fortaleza. Busca el apoyo de la población para su beneficio propio, utilizando para ello las armas que tiene a su disposición y la rapidez y el poder 8 BOLETíN DE LA INFANTERíA DE MARINA de la información y de los medios de comunicación. La cuarta generación busca el orden, puesto que ese orden está desintegrado. Los conflictos ya no tienen lugar alegando la secular «razón de Estado», y no representan ni los intereses ni a los propios Estados, Estados cuyas estructuras, procedimientos y medios están preparados, básicamente, para afrontar guerras ante enemigos similares. afganistán como santuario del terrorismo islámico A la hora de intentar comprender cuál es la dinámica de poderes y la historia de Afganistán es necesario hacer una reflexión sobre su situación geográfica y antecedentes. Una teoría al respecto es la llamada «Teoría del espacio vacío de Herold»1. En él se muestra que el único valor de Afganistán es, lisa y llanamente, su espacio. Esto es, su situación geográfica en el globo. No sólo la zona es rica en energía, sino que también es el punto de encuentro de tres poderes emergentes: China, India y Rusia. En consecuencia, Herold deduce que se trata de un espacio vacío, cuyo único valor es el puramente geopolítico por su situación física y que resulta fundamental para poder proyectar el poder y la influencia en la zona. La historia reciente de Afganistán se puede simplificar en diversos hitos desde 1973, cuando la dinastía real que gobernaba Afganistán, desde hacía más de dos siglos, se derrumbó. Mohammed Daoud derroca a su cuñado el rey Zahir Shah y declara Afganistán república, nombrándose presidente, aboliendo la monarquía y enviando al rey Zahir a su exilio a Roma. Los oficiales del ejército, de tendencia marxista prosoviética, ayudaron a Doaud a consolidar su posición, aunque el proceso fue obstaculizado por la separación de las dos principales facciones comunistas de Afganistán; los khalq (masas) y los parcham (bandera). En 1978, oficiales del ejercito de la facción khalq protagonizaron un violento golpe de Estado, que llevó a la muerte de Daoud y a su reemplazo por Nur Mohammed Taraki, coincidiendo esto con una amplia revuelta en las zonas rurales de opositores islamistas al régimen comunista. Moscú, por su parte, comienza a ser consciente de la gravedad de la situación, que puede afectar a la seguridad de sus repúblicas del sur colindantes con Afganistán, y teme que el auto-proclamado sucesor de Taraki, Hafizullah Amin, como consecuencia de las revueltas, gire hacia Occidente para obtener ayuda económica. Es el punto de partida de la insurgencia en Afganistán. En las siguientes tres décadas, Afganistán pasa por varias etapas históricas en las que el terrorismo ha sido protagonista fundamental, pero podemos resumirla con el ascenso de los talibanes al poder entre 1994 y 2001. Es en este período cuando los terroristas islámicos, asentados en este país, con Bin Laden a la cabeza realizaron, y aún realizan en la actualidad, ataques en países occidentales. Insurgencia2 no es igual a terrorismo3, y este último, por supuesto, no es una característica inherente al Islam. En la mayoría de las ocasiones, la insurgencia, que busca derrocar el poder establecido, utilizará como una de sus armas la violencia y el terrorismo como medio de alcanzar sus objetivos. En Afganistán conviven y coexisten un gran número de organizacio- OPINIóN


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