TEMAS PROFESIONALES submarino Almirante García de los Reyes (s-31). resto de las marinas sin que por nuestra parte hubiese proyectos disparatados, como unidades con artillería de gran calibre o con depósito estanco y grúa para hidroaviones. Finalizada la Guerra Civil, comienza un periodo (la segunda generación) que se inicia con el recuento terrible de personas y unidades supervivientes (dotaciones diezmadas, dos C, dos italianos de segunda mano y unos D en el inicio de su construcción). El final de este ciclo, que considerando generaciones de 25 años sería 1965, podemos establecerlo entre 1959, con la llegada del S-31 (procedente de la Us Navy) y finales de los 60, con la orden de construcción de los S-60. Como acontecimientos externos que marcan el fin de este periodo podemos considerar el Plan Nacional de Estabilización de 1959 y el auge económico de los siguientes planes de desarrollo de la década de los sesenta. son momentos marcados por el intento de autarquía y por la miseria económica; se multiplican los grandes planes teóricos y fracasan los reales. Aún así, el Arma submarina recibe nueve unidades: un averiado submarino alemán que se repara, el G-7, que acabaría sus días como S-01; tres nuevos y muy anticuados D; cuatro pequeños submarinos de asalto, y el propio S-31, que con la ligera modernización hecha a dos de los D señala el comienzo del siguiente periodo. Otro hecho a destacar de estos años fue la pérdida del C-4 con toda su dotación en un accidente ocurrido durante unas maniobras. 460 Abril
REVISTA GENERAL DE MARINA ABRIL 2015
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