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REVISTA GENERAL DE MARINA ABRIL 2015

TEMAS PROFESIONALES En estos años los avances industriales introducidos en los submarinos fueron numerosos y España no consiguió adaptar ninguno de ellos. Valgan de ejemplos de lo no conseguido por falta de capacidad industrial y de posibilidad de investigación la fabricación de submarinos Tipo VII alemanes (abortado por falta de acero), el snorkel para cargar baterías en inmersión, la disposición de la línea de ejes (independizando el motor térmico del eje, moviendo la hélice siempre con el motor eléctrico), los torpedos eléctricos, el radar, el sónar activo, los hidrófonos más potentes, etcétera. A pesar de ser un tiempo malo, con escasas unidades de muy poca capacidad operativa, se mantuvieron las estructuras de apoyo. En sus últimos años, el hecho de que el Mando de Adiestramiento de la Flota (ADAF) se estableciera en Cartagena y compartiera edificio y servicios con submarinos permitió mantener un casi aceptable nivel de adiestramiento, especialmente dedicado a conseguir la capacidad antisubmarina de la Flota. La tercera generación (teóricamente de 1965 a 1990) marca una edad de oro en el Arma submarina. se reciben 12 unidades: cuatro submarinos americanos de la segunda Guerra Mundial, con mejores modernizaciones que las del veterano S-31, y ocho de patente francesa y construcción nacional (cuatro S-60 y cuatro S-70). Con el paso de los años, los S-30 americanos se van desguazando y el periodo acaba con ocho unidades modernas y homogéneas. El salto tecnológico de este periodo es grande. Las unidades recibidas cuentan con snorkel, buenos hidrófonos, sónar, torpedos buscadores eléctricos, radar, aceros de gran calidad que permiten inmersiones profundas, baterías de gran capacidad, y se introducen tímidamente los primeros equipos electrónicos con tecnología digital. Como en la primera época, estos años se caracterizan por el fortalecimiento de las instituciones: se adecúan y modernizan talleres de torpedos y de periscopios, se crea una doctrina de utilización (destacando la de seguridad en inmersión, fruto de las negativas experiencias del Thresher de la Us Navy, Euridice y Minerve de la Marina Nacional francesa y la propia del C-4), se moderniza la Escuela introduciendo nuevos simuladores, se discuten y establecen procedimientos tácticos, se redescubren las profundidades del Estrecho, las factorías de subsistencias se transforman, los talleres de la Base y del Arsenal se ponen al día, se introducen los sistemas de obtención de objetivos de fuerza (los futuros submarinos) a los estándares OTAN y se inicia con ellos el programa de sustitución de los S-60, con objeto de tener disponibles los relevos en los primeros años del siglo XXI. Los acontecimientos externos que marcan y condicionan este periodo son muy importantes: la transición política del cambio de régimen; la rápida mejora de la economía tras unos años difíciles a finales de los 70; la apertura de España al exterior y la entrada en la CEE; la incorporación a la OTAN, con el incremento de los contactos con otras marinas que propicia el papel antisubmarino de nuestras unidades. Los últimos años del periodo conocen el princi- 2015 461


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