OPINIÓN AFRONT AMIENTO DEL ESTRÉS... De cara a la gestión de estrés, un estilo de mando eficaz se caracteriza por un liderazgo basado en el convencimiento, sin recurrir a la amenaza o a la intimidación (U.S. Department of the Navy, 2000). En operaciones militares, el líder debe ser decidido, demostrando siempre su competencia y profesionalidad, actuando frente a la amenaza y adversidad con calma, y erigiéndose ante sus subordinados como un ejemplo y modelo de autocontrol de las reacciones de estrés. Por otra parte, es obligación del mando mantener alta la motivación, moral y cohesión de su unidad, fomentando la confianza y seguridad de cada soldado en su equipo y entrenamiento, en sus compañeros y en su unidad (Martínez Sánchez, 2011). Preocuparse por las necesidades y bienestar de los subordinados es una buena medida preventiva del estrés, ya que permite conocer sus vicisitudes personales y los estresores a los que se ven sometidos. Es importante que los mandos muestren un interés sincero por sus subordinados, manteniendo un trato personal, franco y directo; y prestando especial atención a la existencia de síntomas de estrés y/o posibles problemas personales, familiares, laborales y/o de relación con los compañeros. Por otra parte, y en la medida en que las necesidades del servicio lo permitan, el mando de unidad debe esforzarse en facilitar a su personal las mejores condiciones de vida posibles en lo referente a habitabilidad y alojamiento, ocio, higiene, alimentación y apoyo sanitario. En operaciones en el exterior, sobre todo si poseen carácter continuo o se realizan en especiales situaciones de tensión y estrés, es fundamental cuidar que el personal disponga de la cantidad de sueño y/o descanso necesario. BOLETÍN DE INFANTERÍA DE MARINA 35
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