Revista Española de Defensa 39 profesionales Los Maestros de la aviación La Maestranza Aérea de Albacete lleva 75 años revisando y Mreparando los aviones del Ejército del Aire antener al máximo nivel las aeronaves del Ejército del Aire. Con esta misión nació la Maestranza Aérea de Albacete hace 75 años y en esta tarea continúan cerca de 600 trabajadores —80 por 100 civiles y 20 por 100 militares—, todos ellos «maestros, artesanos, gente que cuando ve entrar un avión en el hangar ya sabe de que pie cojea, con una enorme experiencia adquirida a lo largo de los años y unos conocimientos que les han traspasado sus compañeros más veteranos», explica el responsable de la Maestranza, coronel Rubén García Marzal. Para desarrollar su misión, el centro está organizado en grupos. El principal, el de Ingeniería y Mantenimiento, realiza las revisiones y reparaciones mayores de los aviones asignados al centro: el apagafuegos CL-215T/515, que pasa por la Maestranza antes de la campaña contraincendios; el reactor de enseñanza básica C-101, cada 1.800 horas de vuelo; y el caza F-18, al aproximarse a los dos tercios de su vida operativa. El Eurofighter aún no tiene establecida una revisión mayor, pero en julio de este año se entregó el primero que ha sido reparado en sus instalaciones. En la Maestranza también hay un grupo de Abastecimiento —«responsable de que a Mantenimiento no le falte ninguna pieza», explica el jefe de la Secretaría General, comandante Ángel Gómez— y otro de Aeronavegabilidad y Aseguramiento de la Calidad. La Maestranza está en continua evolución para mantenerse al día en tecnología aeroespacial. «Esa permanente adaptación es lo más significativo de la historia del centro», puntualiza el coronel. La ingeniería está integrada en todos los equipos de producción «de modo que si surge un problema que no está documentado en los planes de mantenimiento del fabricante del avión, estamos preparados para asegurar que las aeronaves se reparan y entregan con todos los requisitos de seguridad y fiabilidad», explica. Actualmente, el centro tiene un volumen de trabajo de 480.000 horas al año y cada aeronave que sale del hangar pasa unas pruebas en tierra muy rigurosas. Una vez superadas, los pilotos de las unidades usuarias comprueban, ya en vuelo, que todo está en perfectas condiciones. La historia del centro se remonta al 24 de noviembre de 1939. «Nació desde cero —explica su actual director— en un momento en el que España vivía un bloqueo internacional y casi la única herramienta que había era el ingenio». Especializado inicialmente en aviación ligera, la transición a la media y pesada llegó en los años 70 y, una década después, el centro afrontó la primera revisión general del Mirage F-1. «Nos hicimos con capacidades que estaban en la punta de lanza de la tecnología y que, posteriormente, pudimos aplicar a otros reactores como el C-101, F-5, F-18 y, ahora, al Eurofighter», añade el coronel. Otro hito fundamental de la historia de la Maestranza se produjo en 2007, cuando obtuvo el certificado PECAL 2120 para el F-1 y el C-101 así como para el motor que lo equipa. «Hay que producir, pero con una serie de compromisos —explica su responsable— que tienen que ver con la seguridad en vuelo, la calidad, la prevención de riesgos laborales y la protección medioambiental». Debido a la crisis que sufre la economía, la Maestranza se ha hecho cargo de parte del trabajo que antes hacía la industria. «Pero no podemos absorberlo todo», puntualiza el coronel Marzal. La renovación del personal es una de las mayores preocupaciones del director de la Maestranza. «Sólo pediría que se repusiera la gente que se va. Tenemos una media de edad muy elevada, 51 años, y si no entra gente, la experiencia de nuestros maestros se perderá», concluye. Elena Tarilonte Fotos: Hélène Gicquel En el centro se hacen las revisiones mayores de los apagafuegos, los C-101 y los F-18 Diciembre 2014
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 312 DIC 2014
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