L José Luis Ontanilla. Maestro del C-101 «A las aeronaves las dejamos peladas» En este centro hacemos la revisión general del C-101, la mayor de su programa de mantenimiento», explica el responsable del taller de este avión de enseñanza, José Luis Ontanilla. Para ello, desmontan completamente la aeronave, «la dejamos pelada», y envían todas las piezas a la sección de limpieza «donde les quitan la pintura para verificar si tienen erosiones o grietas». De vuelta al taller, montan de nuevo la aeronave, realizan las pruebas funcionales y las comprobaciones finales de los sistemas de navegación, mando de vuelo, hidráulica, comunicaciones, combustible… «Entonces, se pinta todo el aparato, lo medimos, pesamos, ajustamos el motor y lo dejamos listo para la prueba en vuelo». En todo este proceso «empleamos entre 14 y 16 meses de trabajo». Pocos conocen este avión como él. Desde que trabaja en la Maestranza, hace ya 30 años, se ha dedicado por completo al C-101. Primero, como montador de hidráulica, mandos de vuelo y estructura y, ahora, al frente de las 25 personas del taller —montadores, motoristas, electricistas y chapistas—. Cuando llegó era técnico de mantenimiento de aeronaves, posteriormente, se especializó en la Academia General del Aire y completó su formación en las instalaciones del fabricante del avión. «En una revisión general empleamos entre 14 y 16 meses de trabajo» L Brigada Antonio Virosta. Jefe de control técnico «Mi mundo son los aviones» El jefe del control técnico del taller de aviones de combate, brigada Antonio Virosta, trabaja a caballo entre la ingeniería y el mantenimiento. «En relación con la primera, elaboramos los libros de trabajo que manejan los mecánicos durante las revisiones de los cazas». También es el responsable de verificar los trabajos que se desarrollan en el taller «algunos incluso llevan un doble control porque afectan a la seguridad en vuelo». Las once personas que dependen del brigada comprueban asimismo que el material tanto rotable —puede utilizarse en otros equipos— como fungible —se consume durante la operación— y las herramientas del taller estén en perfectas condiciones. En la Maestranza está destinado desde mayo de 2001. Inicialmente, en el control técnico del Mirage F-1 —«cuando llegué se estaba haciendo la revisión general de este avión»— y posteriormente, con el F-5 y el F-18 y, ahora, con el Eurofighter. «Es un avión vivo que, al mismo tiempo que está saliendo en producción, le estamos implementando modificaciones». Reconoce que, como especialista en electrónica, podía haber desarrollado su carrera militar en un radar o en telecomunicaciones pero «mi mundo son los aviones, nunca los he querido perder de vista y he tenido la suerte de trabajar siempre con ellos». 40 Revista Española de Defensa Diciembre 2014
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 312 DIC 2014
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