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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO SEP 2015

CENTENARIO DE LA CREACIóN DEL ARMA SUBMARINA Después del curso, embarco en un submarino que se encuentra a dos semanas vista de la entrada al periodo de P1. De mis compañeros suboficiales de entonces, en la actualidad no queda ninguno a bordo. seguramente invitados por la vía de agua que sufrimos, optaron por una vida sin tantas aventuras, aunque tengo que decir que han sido relevados muy dignamente por otros suboficiales. La vida a bordo, con tanta variedad de personal, con tantas ganas de disfrutar de la aventura, encuentra en ellos solución a todos los problemas que surgen en el buque y a otros que son creados por el propio personal. Los cuatros pilares que hacen sostenible la camaradería en una unidad tan específica son: disciplina, puntualidad, respeto y trato correcto, teniendo la máxima diaria de crear buen ambiente. Los suboficiales son los guardianes de nuestro hermano, hacemos de despertador para los relevos, estamos pendientes de la salud del que tienes al lado, ya que si uno se resfría, acaba todo el buque resfriado. No se nos hace difícil auxiliar y sobrecargar de horas a otros y a uno mismo para que su recuperación sea efectiva. Pasamos las guardias revisando manuales, hablando de la vida cotidiana, de la vida militar, entre una diversidad de sentimientos que al principio siempre son dispares. Pero al cabo de unas semanas, aunque no se quiera, aparece un espíritu de camaradería que hace que el remar en el mismo sentido sea la costumbre a bordo. La minuta diaria es como la última cena. Dentro del rigor de los puestos para sentarse a comer o cenar y de las normas de cortesía para el comienzo y fin de la comida, se es sensible a los gustos de todos en todo momento. O sea, si no lo quieres tú, ya me lo como yo. Y si no has comido hoy nada, me cabreo y te doy una manzana que tengo guardada del refuerzo de ayer, y te la comes. A bordo se comparten cosas muy buenas y muy malas, aunque estas últimas son las menos, no porque sea sufrido, es porque son buques con limitaciones sumergidos en el mar. se entiende que cuando uno tiene dos sanitarios para 65 de dotación, de los cuales 20 son suboficiales, dos lavabos compartidos por todos y una ducha con su calentador, que debe dar servicio a tres turnos de 21/22 personas en días distintos y consecutivamente, con el riesgo de que este equipo, sin ser vital, consigue que el personal después de la ducha recupere pilas y se pueda tener una dotación, aparte de aseada y agradecida, confortada y con ganas renovadas de volver a la guardia. Los suboficiales son conscientes de que la generación de residuos sin un almacenamiento adecuado acaba afectando al normal desarrollo de la vida a bordo. Por consiguiente, los cartones se guardan en sus estibas, lo orgánico se desaloja del buque por el lanzabasuras (2), los plásticos, latas y cristales, (2) Las basuras se almacenan en sacos que se pueden lastrar. Estos sacos, una vez depositados en el eyector, son evacuados por gravedad al exterior del submarino, siendo necesaria la 414 Agosto-septiembre


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