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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO SEP 2015

CENTENARIO DE LA CREACIóN DEL ARMA SUBMARINA se almacenan en sus estibas, y al llegar a puerto son depositados en los correspondientes cubos de basura. El descanso del guerrero ya no se efectúa en cama caliente (3), situación que hasta hace bien poco era habitual en el ámbito submarinista. hay detalles de extrema amabilidad, ya que al embarcar el suboficial ALs (alojamientos) hace entrega de un saco de dormir impoluto, dos juegos de sábanas y su mejor sonrisa. La vida en la cámara de los comunes, como nos gusta llamar a algunos a la cámara de suboficiales, es muy variopinta. La diversidad de criterios es siempre muy amplia. No hay únicamente blanco o negro. La vida a bordo, si no se recuerdan las tradiciones y se aplica cada uno en ellas, acaba perdiendo su seña de identidad La voz del jefe de cámara se escucha y, aunque de vez en cuando no se entiende, se respeta y se acata. Aun no siendo el de mayor edad, pero sí el de mayor graduación, es nuestra punta de lanza, creando buen ambiente, solventando pequeños errores de cortesía y auxiliando al segundo comandante en todo lo que estime oportuno. El jefe de cámara posee una musculatura intelectual, integridad y preparación para cumplir cualquier misión cámara de suboficiales. que sea requerida, apoyándose en los suboficiales de cargo, los cuales filtran y facilitan la cadena de mando para organizar la rutina diaria. presencia del jefe de Máquinas o del segundo en la maniobra por seguridad. La utilización del eyector de basuras está limitado a cien metros y seis nudos. (3) Dos camas para tres personas rotando (dos descasan y el tercero monta guardia). utilizado en los antiguos submarinos tipo Delfín (S-60). 2015 415


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