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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO SEP 2015

EL subMARINO EN LAs ARMADAs EXTRANJERAs José M.ª TREvIñO RuIZ Introducción (RR) N el siglo xx vería la mayoría de edad un nuevo buque de guerra capaz de combatir bajo el agua con efectividad. En siglos anteriores se habían hecho toda clase de experimentos y pruebas de múltiples inventores de diversas nacionalidades, pero no sería hasta el 22 de septiembre de 1914, en plena Gran Guerra, cuando el submarino alcanzase su mayoría de edad, siendo a partir de entonces tenido en cuenta por todos los almirantes y estados mayores navales. Ese día, el minúsculo U-9, al mando del teniente de navío Otto Weddingen, hundía en la zona meridional del mar del Norte tres cruceros acorazados de la orgullosa Royal Navy, los hMs Hogue, Cressy y Aboukir, de 12.000 t y 1.200 hombres de dotación cada uno. La noticia del hundimiento de los tres buques sacudió como un mazazo a todo el Reino unido, y Winston churchill, a la sazón primer lord del mar, declaró: «En tan solo una hora, un submarino de menos de 500 t y una veintena de hombres de dotación nos ha causado más bajas que las que tuvo Nelson en todas sus campañas». El submarino acababa de nacer como una potente arma naval y lo demostrarían los 329 U-Boote que construyó Alemania en la Primera Guerra Mundial y a los que seguirían los 1.162 de la segunda, que totalizarían 12 y 14,5 millones de toneladas de buques hundidos, respectivamente, entre las dos contiendas. Este hecho estadístico, unido al bajo costo de un submarino frente a buques mucho mayores, como cruceros, acorazados y portaaviones, hizo que el resto de las naciones, incluida España, tomase buena nota de la efectividad de esta nueva arma, considerada hasta 1914 más peligrosa para sus 2015 305


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