Page 21

BIP 134

crónicas de a bordo con una calidad que nada tenía que envidiar a la de un restaurante de categoría; los panaderos elaboraban más de doscientas barras de pan diarias y en ocasiones nos sorprendían con napolitanas, churros y hasta roscones de Reyes; la lavandería funcionaba diez horas al día, según un turno riguroso de ciclo semanal; la peluquería, de 15:30 a 17:00 horas; el padre capellán oficiaba sus misas diarias; y también diariamente se compactaban e incineraban basuras, se lavaban platos y cubertería, se hacían mantenimientos de los equipos y se desarrollaban limpiezas y pintados para mantener el buque en las mejores condiciones. A todo ello había que sumar un minucioso programa de adiestramiento que incluía zafarranchos de combate para combatir diversas incidencias simuladas (generalmente incendios e inundaciones), conferencias, movimientos de embarcaciones, vuelos de helicópteros o prácticas de tiro. La rutina del barco comenzaba a las 07:00 hora de la diana. A continuación, aseo personal y desayuno. Las guardias se organizaban en tres turnos de 6 horas de duración. Los relevos se producían a las 08:00, 14:00, 20:00 y 02:00. Diariamente, excepto los domingos, había un horario de trabajos que abarcaba desde las 09:00 hasta las 12:30, con una pausa de 10:00 a BIP 39 Trabajos sanitarios. Padre Capellán. Trabajando en el taller de máquinas. crónicas de a bordo Para apoyar a todas esas capacidades el buque contó con una dotación de unas 200 personas, a las que hay que sumar los 22 que componían el estado mayor multinacional que apoyaban al almirante. Un doce por ciento del contingente eran mujeres y casi todas las comunidades autónomas tenían representación a bordo. Además, entre la dotación contamos con un buen número de marineros de origen sudamericano, principalmente de Colombia, y en el Estado Mayor convivieron componentes de ocho naciones: Alemania, Grecia, Italia, Holanda, Letonia, Portugal, Bélgica y, por supuesto, España. Sin olvidar al oficial de la Marina Yibutiana, personaje clave en todas las actividades operativas del barco y que ejerció de traductor y de oficial de enlace con la Marina de Yibuti. Con sus 166 metros de eslora y más de 17.000 toneladas de desplazamiento el volumen del Patiño es similar al de uno de los nuevos rascacielos madrileños. En este edificio horizontal han convivido, durante algo más de veinte semanas, 220 personas que anteriormente estuvieron preparándose durante meses para esta misión de manera muy intensa. Esta pequeña ciudad flotante y casi autónoma estuvo perfectamente organizada durante el despliegue. Además de los que conducían las operaciones, los que se ocupaban de la navegación o los que mantenían la planta propulsora, un competente equipo de hombres y mujeres se encargaba de preparar desayunos, comidas y cenas 38 BIP Personal de cocina del buque Patiño.


BIP 134
To see the actual publication please follow the link above