General Antonio Ruiz Olmos, jefe de la Brigada Líbano XXII «La población libanesa sintió como suya la pérdida de nuestro soldado» A pesar de que todos sabemos los riesgos a los que estamos expuestos en nuestro oficio, nunca se está suficientemente preparado para asimilar la muerte de un compañero». Los últimos meses en Líbano han sido especialmente dolorosos para los compañeros del cabo Soria. Sin embargo, el general Antonio Ruiz Olmos, asegura que la moral del contingente se mantuvo muy alta. «Hicimos honor al lema de la Brigada: Sed fuertes en la guerra, y encontramos la fortaleza necesaria para que el primer homenaje a Francisco Javier fuese continuar cumpliendo bien con nuestro trabajo, cada uno desde su puesto, tal y como lo estaba haciendo él cuando le sorprendió la muerte». —¿Cómo vivió aquellos momentos tan difíciles? —Con íntimo dolor y con gran confianza en la preparación y en la fortaleza moral del contingente español. Conté con el inestimable apoyo de mi Cuartel General y, en especial, con el extraordinario trabajo del batallón Málaga, del que formaba parte la compañía que desplegaba en la Blue Line. Pero no solo ellos, también del Equipo de Estabilización y de la Unidad de Caballería, del Equipo de Investigación compuesto por especialistas en explosivos y por guardia civiles, las unidades de Transmisiones que mantuvieron los sistemas de comunicación en un momento especialmente difícil para todos, en el que teníamos que «La frágil estabilidad que se disfruta hoy está facilitando a una generación de libaneses su crecimiento en paz» obtener y transmitir rápidamente información fiable, al mismo tiempo que sufríamos el dolor de haber perdido a nuestro compañero. Debo destacar el buen trabajo de los equipos que el Ejército mantiene en casa para apoyo a nuestras familias, y que enseguida estuvieron con Laura, con la familia de Francisco Javier Soria. Todos hicimos nuestro trabajo conforme a las órdenes y los planes que teníamos, como nos habíamos preparado. —¿Han sentido el apoyo de los españoles? —Sí. Nos llegó desde muy diferentes ámbitos. Para nosotros fue especialmente importante la visita que nos hizo el Rey de España. Como dijo, no olvidaremos nunca a nuestro cabo Soria y a cuantos otros nos han señalado con su sacrificio el duro camino del cumplimiento del deber. Por parte de las autoridades civiles y militares libanesas, los líderes religiosos, los ciudadanos… todos tuvieron palabras de afecto hacia la familia de Javier, de agradecimiento por el esfuerzo que los militares españoles estamos haciendo y, muy especialmente, por el sacrificio que nuestras familias realizan desde 2006 en beneficio de la estabilidad y la paz en esta región. La población libanesa sintió como suya la pérdida de nuestro soldado y fueron muchísimas las condolencias y muestras de afecto que recibimos. —¿Cómo ha evolucionado la situación desde que usted vino por primera vez en misión a esta región, a finales de 2007? —Cuando se mira esta operación con perspectiva se puede apreciar los beneficios derivados de la seguridad y de la estabilidad a la que ha contribuido UNIFIL en el sur del Líbano. La sensación de seguridad está facilitando un desarrollo que parecía imposible en los primeros años de la operación. Se pone de manifiesto en la tecnificación de las explotaciones agrícolas y ganaderas, en la construcción, en la actividad comercial, financiera, en la educación, en la sanidad... en el aumento de la actividad humana. La frágil estabilidad que se disfruta hoy está dando sus frutos. Está facilitando a una generación de libaneses su crecimiento en paz, lo que abre una esperanza para el futuro de esta región. —¿Cómo ha sido el trabajo conjunto con las fuerzas armadas libanesas? —El Ejército libanés es muy respetado por la población. No hay un encuentro con autoridades civiles o líderes religiosos en el que no se ponga de manifiesto este aprecio. Juntos hemos trabajado muy bien en el planeamiento y en la coordinación de actividades, y se ha mantenido el esfuerzo en operaciones y el adiestramiento conjuntos. En este área es donde hay mayor margen de mejora, conforme se vayan desarrollando los planes de UNIFIL para impulsar el denominado «Dialogo Estratégico», con el que se pretende aumentar las capacidades militares de las Fuerzas Armadas libanesas —¿Cómo está afectando a la misión la guerra en Siria? —Tiene una gran influencia en el área de responsabilidad de UNIFIL. Hay dos efectos derivados de la guerra que pudieran afectar negativamente a la aparente estabilidad de la región. El primero está relacionado con los refugiados procedentes de Siria y la capacidad del Líbano para integrarlos o apoyarlos. El segundo es consecuencia del esfuerzo que están desarrollando las Fuerzas Armadas libanesas en diferentes frentes, reduciendo su presencia en el sur, precisamente porque, en estos momentos, el área de responsabilidad de UNIFIL podría calificarse como la región más segura del Líbano. Junio 2015 Revista Española de Defensa 19
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 318
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