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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 318

misiones internacionales La capacidad operativa de los equipos de adiestradores y la fuerza de protección se ha reforzado con la llegada de nuevos vehículos blindados RG-31 y LMV Lince. España completa su despliegue en IRAK Un grupo de 35 boinas verdes se integra en el BPC de Tají y 28 nuevos legionarios refuerzan la seguridad en Besmayah UN total de 63 nuevos militares españoles se han sumado en mayo a las fuerzas internacionales que adiestran a las tropas iraquíes para que puedan enfrentarse con garantías al Daesh. Con ellos, la misión Apoyo a Irak ha alcanzado los 300 efectivos, entre instructores y personal de seguridad, el número máximo que el Congreso de los Diputados autorizó el pasado 22 de octubre, cuando el ministro de Defensa solicitó la aprobación del Parlamento a la participación de fuerzas españolas en la coalición internacional. La mayor parte del contingente, 228 militares, proceden de la Brigada de la Legión y se encuentran desplegados en la base Gran Capitán, sede del BPC-1 Besmayah, donde lideran la formación de la Brigada 92 y la Artillería de las Divisiones 15 y 16 del Ejército iraquí. Otros 65 militares del Mando de Operaciones Especiales (MOE) están distribuidos en dos equipos, uno en Bagdad y otro en Tají, para contribuir a la formación de las fuerzas de élite del Ejército y la policía locales. El entrenamiento de los combatientes iraquíes ha cobrado mayor relevancia en las últimas semanas dentro de la estrategia de la coalición internacional que lidera Estados Unidos para luchar contra el terrorismo en Irak y Siria. Casi un año después del inicio de la operación Inherent Resolve, la campaña de ataques aéreos de la coalición no ha conseguido detener el avance de las milicias yihadistas. Los terroristas siguen controlando una amplia zona en la frontera entre Siria e Irak, y en el último mes se han apoderado de dos importantes enclaves: Ramadi, capital de la provincia iraquí de Al Anbar, y la histórica ciudad siria de Palmira. La pérdida de estos territorios ha supuesto un revés importante para los planes de la coalición. En Irak, la prioridad era la reconquista de Mosul, la segunda ciudad más importante del país. Ahora, la atención se centra en Ramadi, para impedir a los terroristas que progresen hacia la capital, Bagdad. Además de mantener los bombardeos a posiciones yihadistas, Estados Unidos ha enviado 2.000 cohetes antitanque al Ejército iraquí para combatir los vehículos suicida que el Daesh está utilizando para ganar territorios en el país asiático. Washington estudia también reforzar el entrenamiento de las tropas locales que combaten sobre el terreno, tarea en la que actualmente participan 3.000 asesores estadounidenses junto a equipos de instructores de diferentes países, entre ellos España. En Besmayah, localidad situada a 60 kilómetros al sureste de la capital, las Fuerzas Armadas españolas lideran el BPC-1 (Building Partner Capability), uno de los cuatro centros de adiestramiento militar desplegados por la coalición. Los otros tres están liderados por Alemania (Erbil), Australia (Tají) y Estados Unidos (Al-Asad). Cada uno de estos cuatro centros de entrenamiento tendrá que formar a tres brigadas del nuevo ejército iraquí. Según indicó en un reciente encuentro con la 20 Revista Española de Defensa Junio 2015


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