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BOLETIN INFANTERIA MARINA 17

ODISEA DE UN PRISIONERO EN FILIPINAS bOLETíN DE La iNFaNTEría DE mariNa 47 la historia que se relata a continuación fue muy comentada en su época. apareció en una publicación interna de la Infantería de Marina y nos cuenta las vicisitudes de un infante, su entrada en filas y posteriores destinos en el arsenal de la Carraca, el Cuartel de San Carlos, filipinas y, por fin, su regreso a españa después de haber estado cerca de dos años prisionero de los tagalos insurrectos. Mi entrada en el servicio el 22 de septiembre de 1895 entré en quinta, con el número 1.251. este número hubiera sido para no venir al servicio, de no haber sido por la guerra; pero me tuve que presentar para la escoja, siendo escogido para el real Cuerpo de Infantería de Marina. el día 7 de noviembre llegué al Cuartel de San Carlos, donde se encontraba un batallón dispuesto para salir hacia Cuba. los quintos ocupamos la planta alta del cuartel, sin camas, hasta que marchó dicho batallón y pasamos a ocupar la planta baja, sitio que tenía este. el 22 de diciembre me dieron de alta de instrucción, y en el mismo día, después de comer el segundo rancho, me destinaron, en unión de 250 más, a de Guardias de arsenales, haciendo la primera guardia en nochebuena, en la puerta del arsenal. en dicha compañía permanecí hasta el 5 de abril del año 1896, pasando al Cuartel de San Carlos posteriormente para estudiar para cabo. el 21 de julio, día del examen, que lo verificamos 22 aspirantes, quedé aprobado, pero sin plaza, porque no había más que ocho vacantes, por lo que ascendieron los ocho primeros, y quedamos los restantes, hasta que hubiera plazas, con el galón de cabo interino, para prestar el servicio como tal cabo de plaza. Mi llegada a Filipinas el 3 de septiembre de 1896, me dieron los galones de cabo 2.°, embarcando en dicho día con todo mi batallón en la bahía de Cádiz en el Correo de Cataluña, con rumbo a Manila, llegando a dicha capital el día 1 de octubre del expresado año. a las doce desembarcamos, recorriendo todo Manila el batallón formado hasta llegar al castillo de Santa Bárbara, sitio donde nos tenían preparada una comida el Batallón de Voluntarios de la mencionada capital. después de comer, sobre las siete y media, embarcamos para Cavite, adonde llegamos a las nueve de la noche, alojándonos en un local que no tenía utensilios, ni se había limpiado en lo menos un año, pues tenía un palmo de basura. Mi bautismo de fuego al día siguiente entramos de guardia en Puerta Baja a relevar a la de plaza, que marchaba para Manila, y al otro día con todo el Batallón salí para Caridad, donde entré en fuego por primera vez, continuando por noveleta y dalaicán, operando hasta el día 6 de noviembre que, agregado a la 1.a Compañía y en unión de la 4.a del 2.° Batallón, pasamos a Iligán de Mindanao, en persecución del Batallón disciplinario que se había sublevado. entré de guardia en el Heliógrafo, hasta las cuatro de la mañana del día siguiente, que me relevaron para ir de convoy con mi Compañía al fuerte de las Piedras, continuando en dicho punto prestando los servicios de convoy descubierta, protección de trabajos, guardias y avanzadas. en uno de los convoyes que hicimos, nos atacaron los moros en la cuesta de aparicio, matándonos un soldado y haciéndonos tres heridos. Una inundación que nos sorprendió otro día puso en peligro nuestras vidas, pues el agua nos llegaba hasta la boca. después de esto, destinaron a mi compañía a Joló, a de lanao, y durante el camino, que tardamos dos días en recorrer, atacaron los moros al convoy y tuvimos que retroceder para poder hacerles fuego, pudiendo así contenerlos y causarles dos bajas que resultaron muertos. el combate naval de cavite. La infantería de Marina impidiendo el desembarco de los americanos nos relevaron los Cazadores del ejército de tierra y regresamos a Cavite, continuando en dicho punto prestando los servicios de campaña. el 1 de mayo de 1898 fue el combate naval con la escuadra americana y la pérdida de la española, ocupando mi compañía las murallas para impedir el desembarco enemigo. en dichas murallas sostuvimos nosotros el rudo bombardeo hasta que izaron bandera de parlamento en el arsenal, pasando nosotros al cuartel hasta el día siguiente, que lo abandonamos. emprendimos la marcha para el pueblo de San francisco de Malabón, adonde llegamos a las once de la noche. el Correo de Cataluña. Combate de Cavite.


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