junto con la contraofensiva del 8.° Cuerpo de ejército en el sur hacían que el principio de sencillez no pudiese aplicarse en su totalidad a alto nivel, aunque sí en los cometidos asignados a las compañías que conquistaron los objetivos en tierra. limitaciones meteorológicas y geográficas restaron flexibilidad al plan, aunque es verdad que provenía de un plan anterior que no pudo ejecutarse (operación Blue Heart), si pudo aplicarse gran parte de lo planeado con anterioridad, por lo que en cierto modo su adaptación a los cambios fue adecuada, si los vemos desde ese punto de vista. la unidad de mando estuvo presente durante toda la operación en Macarthur, comandante de todas las fuerzas aliadas en la zona, estableciendo un propósito claro. Su liderazgo fue indiscutible desde el primer momento del conflicto, en que se desplazó a Corea antes de la operación Chromite para tomar el pulso de primera mano a la situación de la fuerza sitiada en Pusán viéndose reforzado con su presencia personal durante el desembarco, hecho que infundió moral a sus unidades y que le permitió observación directa de la evolución de la batalla y un ciclo de decisión adecuado y rápido. conclusiones el fin de la maniobra es conseguir una situación favorable por medio de movimientos oportunos en el tiempo y en el espacio, de modo que proporcione superioridad para vencer al oponente. Quizá sea este el principio de más difícil aplicación y debe contar siempre con la movilidad adecuada que facilite el logro de esta situación. Macarthur supo ver esa movilidad y aplicarla. tuvo éxito en la explotación de una vulnerabilidad crítica porque, al contrario que en otras campañas, aquí se alcanzó una superioridad aérea y naval tardía pero notable. Se utilizó el mar como espacio de maniobra, haciendo que la transición a tierra se ejecutase con ímpetu y sin pausa. era preciso controlar Seúl, objetivo operacional que permitiría la continuación de la campaña, y el mar proporcionó el medio para golpear al enemigo en un lugar inesperado. 58 bOLETíN DE La iNFaNTEría DE mariNa Quedó demostrada la necesidad de ocupar las islas que dominan el continente1 para tener seguridad y éxito en la operación, así como la de dominar el mar para ejecutar operaciones terrestres, dominio que proporciona la libertad de acción precisa para sostener una operación apoyada por la capacidad de apoyo logístico que tiene una fuerza de desembarco. Inchon permitió continuar el desarrollo de la guerra a favor de los aliados y se planificó como tiene que verse una operación de este tipo: entrada inicial en beneficio de futuras operaciones a desarrollar por unidades terrestres2. el error más grave que cometieron las fuerzas norcoreanas fue el alargamiento excesivo de sus líneas de sostenimiento, lo que les llevó al límite de la culminación y a la imposibilidad de defender todas las rutas de aprovisionamiento por la amplitud del terreno. Corea del norte, quizá conocedora de la supremacía naval americana, no hizo uso del mar para sus operaciones de sostenimiento. esto le hacía depender casi en exclusividad de las rutas ferroviarias que iban de norte a sur. la integración de funciones del combate, con la maquinaria de inteligencia apoyó a operaciones, junto a una planificada maniobra de decepción en beneficio de la operación principal, fueron decisivas para el cumplimiento de la misión. el enemigo desvió esfuerzos en Kunsán para contrarrestar lo que creía que sería el desembarco principal. la superioridad en inteligencia3 fue mayor por parte de los aliados y contribuyó a ese éxito, contando con que había estado obteniendo información desde antes de la invasión. esto pone de manifiesto esa necesidad que tienen las operaciones anfibias de contar con órganos de apoyo externos. Una buena preparación del terreno por el fuego y la ventaja de contar con apoyo de fuego naval y aéreo en estas operaciones eran lecciones aprendidas en otras campañas, pero una de las aprendidas en Inchon fue la necesaria sincronización de los fuegos con la maniobra, así como la necesidad de perfeccionar el CaS para evitar el fratricidio, ya que se dieron varios casos en coordinaciones con aérea. es indiscutible que Macarthur tuvo presente los principios de la guerra. ajustó el objetivo a sus medios, y siempre mantuvo ese objetivo y la misión en su mente. Sabiendo que a la defensiva no se gana la guerra, en cuanto vio la oportunidad pasó a la ofensiva, planeó la línea de acción que menos esperaba el enemigo, hizo una buena elección de los objetivos que eran vitales (Kimpo y Seúl). no chocó superficie contra superficie, sino que buscó los vacíos, y planeó una operación allí donde el enemigo presentaba una mínima defensa. Supo ver que la situación en Pusán se había convertido en una guerra de desgaste y no renovó un ataque donde había fracasado. consecuencias el Cuerpo de Marines obtuvo esa salida necesaria para recuperar el prestigio que en otras tantas ocasiones había demostrado. la situación política parecía que iba a hacerlo desaparecer, pero con esta operación se percibió la importancia para una nación de tener una fuerza capaz de ser alistada en poco tiempo en cualquier parte del mundo, y las presiones que esta fuerza ejerce sin ni siquiera haber desembarcado. HISTORIA
BOLETIN INFANTERIA MARINA 17
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