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REVISTA GENERAL DE MARINA NOVIEMBRE 2014

La época romántica A partir de entonces y a lo largo del siglo XIX, la vela y el vapor vivieron juntos, sobre todo en la navegación oceánica, ya que en la fluvial el uso de la vela tendió a reducirse con rapidez, y en muchos sitios, sobre todo en los ríos y lagos, llegó a desaparecer en favor del vapor y las ruedas de paletas, que tuvieron un gran éxito. El New Orleans, que tenía una sola rueda a popa, empezó a operar en el Misisispi en 1811. Más adelante se adoptaron dos ruedas laterales que daban más velocidad, y su empleo se extendió a todos los ríos y lagos navegables del mundo. En la navegación oceánica fue una época de convivencia de la vela y el vapor, que muchos llaman la «época romántica» de la navegación. Varios países iniciaron la construcción de buques a vapor y dieron comienzo las travesías trasatlánticas con el nuevo sistema de propulsión. España construyó en Sevilla en 1817 su primer buque a vapor: el Real Fernando. En 1819, el buque estadounidense Savannah cruzó el Atlántico de Oeste a Este a vapor y vela. En 1831 se construyó en Quebec (Canadá) el Royal William, que cruzó el Atlántico con gran empleo de las paletas, y en 1834 fue adquirido por España en plena Guerra Carlista; rebautizado con el nombre Isabel II, fue el primer vapor que hizo fuego en una contienda. Y en el 1838, el buque británico Sirius navegó de Londres a Nueva LA MAR EN LA FILATELIA Paquebote correo en un sello de la isla de Man de 1982. York solo a vapor. Las ruedas de paletas eran de fabricación sencilla y fácil reparación, aunque podían sufrir graves averías en temporales y en las maniobras de puerto, sobre todo si eran laterales. Y en los barcos de guerra resultaban muy vulnerables en combate, eran poco seguras y restaban mucho espacio a la artillería. Por tales motivos, si el vapor desde el principio tuvo éxito en las marinas mercantes, no se puede decir que haya ocurrido lo mismo con las de guerra, que en muchos casos se mostraron reticentes a adoptar el nuevo sistema de propulsión. De todas formas, la Armada española contó con barcos de guerra a vapor y ruedas de paletas. En 1849 construyó en La Habana su primer Dos barcos a vela y vapor con ruedas de paletas en sendos sellos de Ucrania de 2003. 2014 773


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