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LA LEGION 526

Actividades << ser otros que la acción ofensiva en ambiente convencional y en zonas urbanizadas. De los temas tácticos realizados surgieron una serie de lecciones identifi cadas, especialmente en el ámbito de las medidas de coordinación: es evidente que durante el arco nocturno no es posible utilizar medidas de coordinación a base de paineles en el ataque a una posición defensiva (punto de entrada, punto de máximo avance, pozos limpios, etc.). En caso de utilizar luces de colores, es imprescindible asegurar su visión por parte del resto del personal atacante, especialmente el pelotón de apoyo. En el caso de un ataque con munición de guerra se puede intuir la difi cultad de distinguir una pequeña luz del elemento de máximo avance por parte del pelotón de apoyo (trazadoras en el aire, resplandor de las bocachas de fusileros, explosiones de granadas, etc.). Por ello, el empleo de luces estroboscópicas puede ayudar a solventar ciertas situaciones. Como es bien sabido, lejos queda la época en que la llegada de la noche suponía una interrupción del combate. En el momento actual, para los ejércitos dotados de armas y medios de última tecnología, la noche no es un obstáculo para la continuación de las operaciones, sino que, incluso, puede incrementar las condiciones de seguridad en las que se desenvuelve el combatiente. Los medios de visión nocturna son una pieza clave tanto en la vigilancia del campo de batalla como en la adquisición de objetivos, aumentando las posibilidades de tiro. Un ejército sin medios de visión nocturna está abocado al fracaso si su enemigo dispone de ellos. Es por ello que durante todo el Ciclo de Combate Nocturno se realizó un esfuerzo especial en el empleo de estos medios por parte de todos y cada uno de los legionarios de la 3ª Compañía, bien en ejercicios de patrullaje, reconocimiento de objetivos y prácticas de observación estáticas nocturnas. Como no podía ser de otra manera, los ejercicios prácticos fueron la base del ciclo, teniendo muy presente la máxima docente: “Lo que se escucha, se olvida; lo que se ve, se recuerda; lo que se hace, se aprende.” “¿Queda café?”- fue la pregunta mas repetida durante todo el ciclo. La actividad nocturna desestabiliza los hábitos alimentarios y potencia el consumo de cafeína y otros estimulantes energéticos. Afortunadamente, litros y litros de café fueron puestos a disposición de los legionarios de la compañía, ya que, como dejó plasmado Millán Astray en 1922 en su libro “La Legión”: “el café es la obsesión. A la mañana, a la tarde, a la noche; en el servicio avanzado, a todas horas y mucho, mucho.” De hecho, el endurecimiento físico y mental y la resistencia al sueño y a la fatiga fueron objetivos secundarios del Ciclo de Combate Nocturno, sin olvidar la intención de garantizar un periodo de intensidad sostenido ajeno a la rutina diaria. Completaron el ciclo actividades como la orientación nocturna (mediante brújula, procedimientos astronómicos y por referencias), el enmascaramiento (de personal, armamento y equipo), el movimiento nocturno, la vigilancia (observación y escucha, mensaje tipo, organización de la vigilancia para la detección) y el franqueamiento de obstáculos artifi ciales. Entre los muchos factores que infl uyen en el campo de batalla hay uno que se presenta inexorablemente: la llegada de la noche. Es y debe ser, por tanto, preocupación constante del mando el preparar táctica, técnica y psicológicamente a todos los componentes de su unidad para el combate nocturno. “La Legión, desde el hombre solo hasta La Legión entera, acudirá siempre donde oiga fuego, de día, de noche, siempre, siempre, aunque no tenga orden para ello.” 526 · I-2014 19


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