RepAocrttiavjied aCdeenst r<a<l<< do, por primera vez en la BRILEG, nuestros veteranos, con su uniforme azul y gris y camisa verde, tocados con el gorrillo legionario, desfi - laban detrás de la última unidad de la brigada. Finalmente la Bandera Nacional se retiró marcando el fi nal de la formación que terminaba de despedir el general Medina. Los civiles que juraron Bandera, ya relajados, se mostraban satisfechos. Surge un espacio de tiempo en el que se multiplicaron los saludos y las despedidas. Es en estos momentos cuando se reparten los últimos certifi cados de Jura de Bandera. Estreché la mano de D. Luis Moro, de la Hermandad Nacional; saludé muy deprisa al coronel D. Ramón Moya, presidente de la Hermandad Nacional, siempre rodeado de sus incondicionales veteranos. También al teniente D. Manuel Cinta… El polideportivo de la base, donde se ofrecía un vino español era también lugar de encuentros y charla. Allí encontré a D. Juan Manuel Montes Jovellar, legionario de honor y presidente de la Hermandad Nacional de Sargentos Provisionales, siempre con alguna historia que relatar. Nos hicimos una foto que aún no le he enviado. Un veterano de la Hermandad de Barcelona, cuyo nombre lamento no recordar, me comentaba algo acerca de un documental sobre La Legión que el canal Intereconomía televisa con cierta frecuencia y me confi rmaba lo difícil que es mantenerse en algunos lugares. Un año había transcurrido desde que saludé por última vez al teniente coronel D. Fernando Melero, antiguo ofi cial legionario, siempre fi el a esta cita de enero en la base “Álvarez de Sotomayor”. Ahora manda el batallón “Toledo” en el glorioso regimiento El Príncipe nº 3. Me despedí de D. Cristóbal Gómez Berlanga, hermano mayor de la Cofradía de los Verdes de Alhaurín de la Torre, que hoy juró Bandera y a quien conozco desde hace ya muchos años. Allí saludé a muchos otros, a D. Ángel Barbero, antiguo componente del Tercio “Alejandro Farnesio” y ahora portaguión de la Hermandad Nacional; a D. Rafael, también de la hermandad de Madrid, que a pesar de haber sufrido una operación a corazón abierto hace tan solo unos meses, se ha atrevido a viajar hasta aquí; a Santiago, también de Madrid; al coronel Salafranca; al general Zorzo Ferrer, siempre tan cordial... Cuando ya me marchaba reconocí al general Gomariz, ya vestía de paisano. Me presenté a él. Sería mi último encuentro en este día en la base. Un año más eché de menos a D. Luciano Gajate Álvarez, él también estuvo pegando tiros aquel 13 de enero de 1958 en el Sahara. También recordé a D. Jaime Tur, otro veterano de aquella XIII del 58… Ha terminado otro sábado próximo al 13 de enero. Así hemos comenzado algunos legionarios este 2014. 526 · I-2014 31
LA LEGION 526
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