Page 32

REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 310 OCT 2014

A n á l i s i s La misión de las Fuerzas de Entrada Inicial será ocupar los primeros objetivos clave para dar acceso a otras fuerzas de mayor entidad La llave de los nuevos CAMPOS DE BATALLA General Juan Cifuentes Álvarez Jefe de la Brigada Paracaidista «La capacidad de garantizar el acceso operacional en el futuro está siendo cuestionada, y puede ser el desafio operacional más difícil que las fuerzas estadounidenses tengan que enfrentar en las próximas décadas». General Martin Dempsey, presidente del Estado Mayor Conjunto de los EEUU Los Estados Unidos, en su esfuerzo por mantenerse como nación líder en el ámbito de la seguridad global, tratan de dar respuesta y opciones, espacio y tiempo de reacción, al proceso de decisión del mando político/ estratégico en la resolución de las crisis emergentes. El presidente Obama ha señalado sus prioridades para la defensa en el siglo XXI: «Tenemos que asegurarnos de que nuestras fuerzas armadas son ágiles, flexibles y están preparadas para afrontar todo el espectro de contingencias posibles. En particular, continuaremos invirtiendo en las capacidades críticas que nos aseguren el éxito: Inteligencia, vigilancia y reconocimiento, contra-terrorismo, control de las armas de destrucción masiva, operar en entornos sin acceso y dominar en todas las áreas de interés, incluida la ciberdefensa». Los escenarios de los nuevos conflictos presentan espacios de batalla más amplios en comparación con el número de fuerzas disponibles/ desplegadas. Hay zonas del espacio de batalla —terrestre, marítimo, aéreo y ciberespacio— que son comunes y están vacías y, por lo tanto, libres de ser ocupadas por cualquier nación o facción. En este escenario las amenazas están menos definidas, pero claramente prevalecen dos metodologías: el empleo de capacidades asimétricas y el de fuerzas y medios que nieguen el acceso a zonas clave, es lo que la doctrina americana denomina estrategias «A2/AD» (Anti-Access/Area-Denial). Por lo tanto, la búsqueda de medios y sistemas que faciliten el «acceso operacional» a una zona de combate será la gran prioridad en el diseño de las fuerzas militares. Este esfuerzo no es imaginable realizarlo de forma aislada y por eso los EEUU han establecido la Global Response Force (GRF), una fuerza con vocación multinacional y expedicionaria para tener disponibles los recursos y medios militares que le permitan actuar en cualquier parte del mundo y enfrentarse a cualquier contingencia. La GRF engloba a las capacidades que van a proporcionar respuesta inmediata a la situación de inseguridad global en la que nos encontramos. Si nos centramos en el «espacio común terrestre», comprobamos que las operaciones tienden a ser cada vez menos secuenciales y lineales, van dirigidas a la ocupación de los puntos clave y concentran la potencia de combate, exclusivamente, sobre los objetivos más rentables. Por lo tanto, las fuerzas que faciliten el acceso deben estar adaptadas a las características de este nuevo espacio de batalla. Sus capacidades deben permitirles ser más versátiles, capaces de ser proyectadas a grandes distancias, flexibles en su empleo, adaptables rápidamente a los cambios que se produzcan en la situación y, sobre todo, capaces de combatir inmediatamente después de su llegada a la zona objetivo para explotar la iniciativa y superioridad conseguidas por otros medios (aéreos y navales principalmente) que hayan intervenido en las primeras fases del conflicto. Son estas características las que han llevado a la conclusión de que hace falta un pool de fuerzas, habituadas a trabajar en el marco conjunto, y que sean capaces de conformar una «Fuerza de Entrada Inicial». En estos escenarios de despliegue inicial, los ambientes semipermisivos serán habituales, por lo que disponer de una fuerza ligera y versátil, con la misión de ocupar esos primeros objetivos clave que «den acceso» y amparar la llegada de otra fuerza de mayor entidad, será una garantía de éxito en la operación. Las capacidades que se incluyen en el concepto de Joint Forcible Entry (JFE), principalmente, son las unidades aerotransportadas y paracaidistas y la Fuerza Aérea asociada, la Infantería de Marina y la Fuerza Aeromóvil, en función de los escenarios de actuación. En las Fuerzas Armadas españolas la situación de partida para acometer este reto es muy favorable: 32 Revista Española de Defensa Octubre 2014


REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 310 OCT 2014
To see the actual publication please follow the link above