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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 310 OCT 2014

fuerzas armadas La UME ha utilizado por primera vez este verano su capacidad aeromóvil para sofocar las llamas En este último incendio, declarado el 11 de septiembre, la unidad ha utilizado por primera vez un nuevo elemento de lucha contra las llamas. Situó en el flanco norte del incendio, una zona agreste e inaccesibles para las autobombas, unos depósitos de agua con capacidad para 1.000 litros que fueron transportados hasta allí por dos helicópteros HU-27 Cougar del Batallón de Helicópteros de Emergencias. Lo hicieron por la mañana para poder utilizarlos de día y también por la noche. Con este sistema se solventó uno de los principales escollos que existen en la lucha contra los incendios forestales: atacar al fuego en horario nocturno por la dificultad que tienen para trabajar los medios aéreos por falta de visibilidad. En el operativo participaron una decena de militares que montaron una línea de depósitos con sistema de mangueras apoyado en motobombas. Los efectivos eran del tercer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM III) con sede en Bétera (Valencia), que desplegó en la zona 185 militares y 47 vehículos. La UME también colaboró en la extinción de los incendios declarados a mediados de julio en Cogolludo y Ujué. En el primero de ellos participó el BIEM I, de Torrejón de Ardoz (Madrid) con 368 militares, 106 vehículos, 24 autobombas, siete nodrizas y cinco helicópteros. Dentro del dispositivo de lucha contra las llamas también estuvieron los aviones Canadair del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas. En Ujué trabajó el BIEM IV de Zaragoza que aportó 114 personas, 36 vehículos, seis autobombas, dos nodrizas y un helicóptero, junto a dos Canadair. Además de estos medios, la UME está estudiando la posibilidad de incorporar aviones no tripulados para supervisar las labores de extinción de incendios y la evolución de los mismos. La unidad también se está preparando para atender catástrofes y emergencias derivadas de accidentes ferroviarios y desastres aéreos. Próximamente participará con personal de Adif en un ejercicio de certificación de su personal para actuar en dichos escenarios. PREPARACIÓN CONTINUA Al mismo tiempo que luchaban contra los incendios forestales, los miembros de la UME han seguido con su instrucción a lo largo del verano. Así, del 21 al 28 de julio, cinco observadores se desplazaron a la ciudad de Edinbourgh (Indianápolis- EEUU) para participar en el ejercicio Vibrant Response de respuesta ante una explosión nuclear en zona urbana. El ejercicio fue organizado por el Cuartel General Conjunto de apoyo a la población civil de Estados Unidos para certificar la capacidad operativa de su Unidad de Respuesta Rápida en Emergencias y poner en marcha los procedimientos de trabajo entre civiles y militares en el peor escenario que el país podría sufrir: una explosión nuclear. En Vibrant Response participaron 5.500 personas de los Departamentos de Defensa y Seguridad Nacional, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias y numerosas agencias locales, estatales y federales. Entre los expertos de la UME que viajaron a EEUU había militares de la unidad NRBQ de su Cuartel General, que intercambiaron opiniones con sus homólogos del Componente Terrestre del Mando Conjunto de las Fuerzas del Norte del Ejército estadounidense respecto a la conducción, evaluación y seguimiento de la emergencia. También asistieron tres miembros del Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales que compararon sus procedimientos de reconocimiento NRBQ y de descontaminación de personal con los que utilizan los americanos. Además, vieron como se integraban las Unidades de Búsqueda y Rescate con las de defensa NBQ para realizar su trabajo en ambiente contaminado. La UME fue la única unidad extranjera invitada al ejercicio como observadora. Sus militares pudieron conocer de primera mano cómo los estadounidenses gestionan la integración de organizaciones civiles y militares en un mismo dispositivo de emergencia, tácticas de búsqueda y rescate en ambiente radiológico y las operaciones de contaminación masiva y la clasificación de heridos. Avanzar en la colaboración entre organismos fue precisamente el objetivo del convenio firmado este verano entre la UME y Salvamento Marítimo. El acuerdo recoge el apoyo logístico y operativo que ambos se prestarán en las intervenciones, la colaboración en la planificación y ejecución de ejercicios y simulacros, el apoyo en telecomunicaciones y el intercambio de información. Elena Tarilonte Un helicóptero HU-27 Cougart desplaza un depósito de agua hasta la zona norte del incendio declarado en Jávea. BHELEME Octubre 2014 Revista Española de Defensa 41


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