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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 310 OCT 2014

profesionales Los sanitarios del aire La UMAER ha trasladado a España a 400 personas en 130 aeroevacuaciones La misión de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) va más allá de repatriar en aviones a enfermos o heridos desde cualquier parte del mundo. Durante el vuelo, presta asistencia médica especializada a los pacientes para ir avanzando en el tratamiento que puedan necesitar cuando lleguen a un hospital en España. Eso es lo que llevan haciendo desde 2003, año de su creación, los 23 componentes de la unidad: cuatro médicos, cuatro enfermeras, tres suboficiales y 12 técnicos (personal de tropa). Son pocos y, según afirman, cuesta cubrir las vacantes porque la exigencia del trabajo les obliga a estar alerta 24 horas al día, siete días a la semana. Una disponibilidad que les permite desplegarse en dos horas desde que son activados para una evacuación y en tres horas para una intervención médica inmediata. La UMAER no dispone de aviones propios y, aunque puede trabajar con cualquier modelo, normalmente utiliza Airbus 310, Falcon 900, Hércules C-130 y CN-295. La unidad adapta la cabina a las necesidades del paciente. «El vuelo es un momento hostil para un enfermo, se puede desestabilizar en cualquier momento», puntualiza el comandante Francisco Cantalejo. En un avión, explica, hay déficit de oxígeno, no se pueden utilizar bolsas ni sistemas para asegurar vías con aire, el ambiente es seco y también frío. La UMAER ha realizado unas 130 aeroevacuaciones en las que ha trasladado a 400 personas, el 95 por 100 de ellas militares. También participa en la evacuación de civiles de países en crisis por si necesitan atención sanitaria durante el vuelo. Las de mayor entidad fueron las de refugiados kurdos en 2005 y 2006 y las realizadas desde Libia el pasado julio. «Los viajes menos previsibles son los de evacuación de personal de la Armada, porque puede estar en cualquier lugar del mundo», señala la capitán Cristina González. Los más complicados, los realizados desde Liberia, en agosto, y Sierra Leona, en septiembre, para traer a los religiosos Miguel Ángel Pajares y Manuel García Viejo infectados de ébola. Utilizaron dos aviones—Airbus y Hércules— que acondicionaron de distinta manera. El primero fue aislado por completo con plástico impermeable «que nos permitía trabajar sin que se rompiera e impedía que el paciente entrara en contacto con la aeronave», comenta el comandante. En el caso del Hércules, prepararon una cámara de aislamiento en la parte posterior del avión, por donde se introdujo al enfermo, habilitando una zona intermedia de paso y así dejar limpio el acceso a la cabina de los pilotos. «Es la primera vez a nivel mundial que se ha hecho algo así. Otros tienen aviones específicos para estos casos», añade el comandante. Elena Tarilonte Fotos: Héléne Gicquel Los aviones Airbus y Hércules utilizados para evacuar a los dos religiosos infectados de ébola desde Liberia y Sierra Leona, acondicionados para evitar el contagio del personal que viajó con ellos y la contaminación de las propias aeronaves. 42 Revista Española de Defensa Octubre 2014


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