La noche del 2 de enero de 1866 el general Prim llega al pueblo madrileño de Villarejo de Salvanés. Iba a tomar el mando de las tropas sublevadas por él y sus correligionarios progresistas para dar un golpe de estado. El plan consistía en aproximarse a la capital y mediante una demostración de fuerza, supuestamente apoyado por otras unidades de Madrid, hacerse con el poder. Pero a la cita solo acudieron dos regimientos de caballería: Calatrava y Bailén. En Ávila se sumó un batallón de infantería del regimiento Almansa, pero quedó aislado y a marchas forzadas se refugió en Portugal.
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