La noche del 2 de enero de 1866 el general Prim llega al pueblo madrileño de Villarejo de Salvanés. Iba a tomar el mando de las tropas sublevadas por él y sus correligionarios progresistas para dar un golpe de estado. El plan consistía en aproximarse a la capital y mediante una demostración de fuerza, supuestamente apoyado por otras unidades de Madrid, hacerse con el poder. Pero a la cita solo acudieron dos regimientos de caballería: Calatrava y Bailén. En Ávila se sumó un batallón de infantería del regimiento Almansa, pero quedó aislado y a marchas forzadas se refugió en Portugal.
Descubierta la conspiración, el presidente del Gobierno, general O’Donnell, mandó en su persecución dos columnas al frente de los generales Zavala y Echagüe. Solo y forzado por los movimientos y maniobras de las tropas gubernamentales, el general Prim se ve obligado a modificar continuamente sus planes y tras recorrer 750 Km. por tierras de Castilla-La Mancha y Extremadura el 20 de enero cruzó la frontera del país vecino para ponerse a salvo.
Ningún estudio se había ocupado hasta la fecha de las operaciones militares. La minuciosa reconstrucción de los hechos llevada a cabo en esta investigación, basada en fuentes primarias, desvela que la historiografía ha quedado presa de las fuentes liberales y progresistas, interesadas en presentar a Prim como un líder imbatible e incuestionable.