Banderas y estandartes del Museo del Ejército (1843-1931): las banderas de la Infantería se dedica al estudio de éstas desde la implantación de la rojigualda, en 1843, hasta su sustitución temporal por la tricolor republicana, en 1931.
El dar por cierta la teórica unificación del modelo ha hecho que apenas hayan sido estudiadas hasta el momento, dedicando apenas unas pocas páginas en los escasos libros sobre vexilología militar española.
La revisión detallada de todas ellas, su ordenación y el descubrimiento de nuevas fuentes permiten afirmar que fueron varias las excepciones a esa unificación. Hay al menos cuatro modelos bien diferenciados: tres de ellos por la evolución de sus lemas y el cuarto por la adopción de un nuevo escudo. Estas banderas siguieron yendo al combate hasta inicios del siglo XX, dando lugar a un buen número de situaciones heroicas que ahora rescataremos.
Otro aspecto, ignorado hasta el momento, es la reutilización por distintas unidades. Unas veces desbordando sus lemas y sustituyéndolos por otros nuevos; otras renovando sus paños. Estos casos fueron muy frecuentes por razones económicas pero, al llevarse a cabo sin ceremonia, protocolo ni publicidad alguna, resultan difíciles de detectar.
La identificación de estas circunstancias nos ha permitido completar los historiales de numerosas unidades.