ESPAÑA ANTE LAS EMERGENCIAS Y CATÁSTROFES. LAS FUERZAS ARMADAS EN COLABORACIÓN CON LAS AUTORIDADES CIVILES
España puede ser considerada como un país moderadamente amenazado por riesgos de catástrofes. Mantiene un Sistema de Protección Civil con la capacidad necesaria para responder a esos riesgos. Hasta ahora ha sido autosuficiente. A los efectos de la actuación de los poderes públicos, el sistema se estructura como un ciclo dividido en procesos que abarcan racionalmente las fases que desarrollan las catástrofes. Sus fortalezas actuales son la planificación y la intervención en las emergencias y mantiene actuaciones notables en materia de prevención y rehabilitación, con un eficaz y singular sistema de aseguramiento. Sus debilidades provienen, sin embargo, de la coordinación y, sobre todo, de la integración de todos los recursos. Es lógico este déficit teniendo en cuenta el profundo cambio histórico que ha tenido la protección civil española a partir de la Constitución de 1978. Ha pasado de un modelo centralizado y desconcentrado en los ayuntamientos, a otro descentralizado en las comunidades autónomas y en ayuntamientos, en coherencia con el nuevo sistema político nacido de la Carta Magna. Las zonas de indeterminación competencial o funcional y las ineficiencias asociadas a los «límites fronterizos» con otros sistemas, otras funciones u otros servicios, se están reduciendo. A este fin pretende contribuir este capítulo, desde el análisis histórico y actual del Sistema Nacional de Protección Civil.